"Ver para pagar".
Así denominó Daniel Passarella, flamante presidente de River, su estrategia para reforzar un plantel devaluado y deprimido. Sin embargo, cuando hoy Leonardo Astrada se reúna con sus jugadores a la vuelta de las vacaciones, no verá ninguna cara nueva.
Es que el club (ya no tan) "millonario" pasa por una crisis económica como no vivía desde mediados de los ´80. Dos declaraciones describen el negro panorama financiero de River.
Una, del propio Passarella, reconociendo que se había encontrado "con 80.000 mil pesos en la caja del club, ni uno más ni uno menos". Y la reciente confesión de Matías Almeyda, que reconoció haber cobrado sólo 1.200 pesos desde que volvió al club hace seis meses.
¿De qué se trata "ver para pagar"? Préstamo con opción de compra por rendimiento. Hasta ahora nadie se interesó por la propuesta, lo que significa que River ni siquiera es una vidriera interesante. Otro signo de los tiempos.
En un principio, Passarella, que decidió ponerse a la cabeza de las negociaciones, apostó por ex jugadores del club ya consagrados que quisieran volver. Sonaron Roberto Ayala, Andrés D´Alessandro y Hernán Crespo. De ellos sólo Ayala, de mal momento en el Zaragoza, podría llegar. También interesan los goleadores Jackson Martínez, Claudio Bieler -también lo quiere Racing, pero iría a Lanús- y Gonzalo Vargas.
Pero River no es el único grande en problemas para reforzarse. Boca también sufre de una austeridad forzada. Lo mismo que San Lorenzo, Racing y San Lorenzo.
Alfio Basile, que ya cuenta con el volante Matías Giménez, sigue penando por la indefinición en el tema Jesús Méndez. Es que la dirigencia "xeneize" sigue convencida que se reforzó muy bien en el invierno.
Lo mismo piensan en Independiente, aunque Américo clame por refuerzos. Quizás llegue Leandro Gracián, que pertenece a Boca pero juega a préstamo en el Aris Salónica de Grecia.
Racing, un club que vive en una crisis endémica, fue el que primero se reforzó. A fines del año pasado, Lucas Licht dejó el Getafe español y arregló con la Academia cuando aún no había finalizado el Apertura.
Si River implantó el paradigma "ver para pagar", San lorenzo adhirió al del goleador ignoto, ese que estrenó Newell´s con Joaquín Boghossián, que llegó de Cerro de Uruguay en silencio y toco el cielo a puro grito de gol. Ahí anda el Ciclón buscando sorprender con Emiliano Alfaro, el artillero del Liverpool uruguayo.
Sin embargo el problema es conocido: San Lorenzo no tiene plata y ya no está Marcelo Tinelli.