QUITO (AP).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró ayer que organizaciones de extrema derecha estadounidenses estarían financiado una supuesta campaña de desestabilización en contra de su gobierno.
"Tenemos informes de inteligencia que demuestran con datos, cifras, ... (que hay) ciertos sectores del movimiento indígena que están recibiendo ayuda, ni siquiera del gobierno de Estados Unidos, (sino) de organizaciones de extrema derecha de Estados Unidos´´, afirmó el mandatario durante el programa radial sabatino "Diálogo con el presidente".
Correa no dio más detalles sobre sus aseveraciones argumentando motivos de seguridad.
Ain embargo, añadió que los nuevos mecanismos de desestabilización de gobiernos progresistas no consisten en "enfrentarlos directamente´´ sino en "crearles conflictos´´, a través de "fundaciones de extrema derecha que existen muchas en Estados Unidos y muy poderosas´´, recalcó.
Hizo alusión a los últimos anuncios de las organizaciones indígenas y montubias que advirtieron con movilizaciones para este mes.
El mandatario señaló, además, que existe una conspiración para desestabilizarlo que incluiría a miembros de la fuerza pública vinculados "con los Gutiérrez´´, en referencia al ex presidente de la República Lucio Gutiérrez y su hermano y actual asambleísta Gilmar, ambos ex oficiales del ejército.
Correa los responsabilizó de enviar correos electrónicos a los militares en los que se advierte sobre la eliminación de varios de los beneficios para el sector como el de la seguridad social.
El mandatario desmintió tales versiones e hizo un llamado a que "no se dejen confundir´´ tras remarcar que, como el suyo, "no hay Gobierno que se haya legitimado tanto en las urnas y que se haya expuesto tantas veces al escrutinio ciudadano". Correa, un economista de izquierda, asumió el poder de Ecuador en 2007 y fue reelecto para otro período de cuatro años que inició el 2009.