ISLAMABAD (Télam).- La policía y el ejército buscan a los autores de la masacre perpetrada a través de un atentado suicida durante un partido de voley en el noroeste de Pakistán, informaron fuentes oficiales.
Un día después del atentado que causó la muerte de al menos 96 personas, el portavoz policial del distrito de Lakki Marwat afirmó que "calculamos que habrá algunas detenciones".
Al cierre de esta edición ninguna organización había reivindicado la autoría del atentado, que fue el más duro ocurrido en el país en los últimos dos meses. Sin embargo, las fuerzas de seguridad indican a extremistas islámicos, consignó la agencia DPA.
El portavoz policial Mohammad Ayub Khan señaló que los terroristas llegaron a Sha Hassan Khel con dos vehículos; uno explotó en el área deportiva donde se disputaba un partido de voleibol, mientras que el segundo escapó del lugar luego que se concretara el atentado.
En momentos en que los integrantes de sus tribus locales se preparaban para llevar a cabo los funerales de ayer, los rescatistas escudriñaban entre los escombros en busca de más cadáveres, y muchos en el área estaban demasiado aterrorizados para especular quienes habían protagonizado el ataque.
El bombardero suicida hizo detonar aproximadamente 250 kilos (550 libras) de explosivos de gran poder en un campo de voleibol atestado en la localidad de Shah Hassan Khel durante un torneo deportivo que se celebraba el viernes cerca de una reunión de ancianos opuestos al Talibán. Los ancianos, que alguna vez organizaron una milicia para combatir al Talibán en la región, eran posiblemente el principal objetivo, indicó la policía.
El distrito de Lakki Marwat Lakki Marwat se ubica cerca de la provincia de Waziristán del sur, una región tribal donde el ejército paquistaní ha combatido al Talibán desde octubre. La operación militar fue efectuada con el respaldo de Estados Unidos, que apoya que Pakistán libere su región tribal de extremistas que estarían involucrados en ataques contra soldados occidentales en Afganistán. La ofensiva ha provocado ataques en represalia que ya habían dejado más de 500 muertos en Pakistán antes del atentado del viernes.