Sábado 02 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
Una carrera sin margen de error

Luego de una edición 2009 marcada más por el fervor popular que por el interés deportivo de un rally-raid, el Dakar-2010 se anuncia como una prueba donde los favoritos verán muy reducido su margen de error, tanto en la categoría de autos como en motos.

La hegemonía en dos ruedas de KTM, que se adjudicó los ochos últimos Dakar, podría llegar a su fin, por el cambio en el reglamente, que no permite usar motores superiores a los 450 cc. El español Marc Coma y el francés Cyril Despres, que dominaron la competición desde 2005 con dos victorias cada uno, largan a pesar de su experiencia con pequeña ventaja sobre sus rivales.

La prueba se anuncia disputada en la categoría de autos. Volkswagen, el equipo a vencer después de 1-2 de 2009, formo un "dream-team" para esta edición. El sudafricano Giniel de Villiers y el estadounidense Mark Miller tendrán mucho trabajo si quieren reeditar su desempeño de 2009.

En el seno de la escudería, Carlos Sainz y Nasser al-Attiyah, parecen más rápidos que ellos. Pero el español y el qatarí -ambos abandonaron en 2009 cuando eran líderes- tendrán que regular su ímpetu si pretenden alcanzar el lugar más alto del podio.

"El auto está aún mejor que el año pasado y los pilotos también", adelantó Kris Nissen, director de Volkswagen Motorsport.

Pero a pesar de la seguridad del equipo alemán un rival de fuste podría hacerles perder pie. BMW edificó una escudería fuerte alrededor del nueve veces campeón del Dakar (6 en moto, 3 en auto), el francés Stéphane Peterhansel, a quien secundan su compatriota Guerlain Chicherit y el español Nani Toma.

Robby Gordon, tercero en 2009 con Hummer, puede entreverarse en la pelea al igual que la escudería Stradale, nacida de Mitsubishi, que tiene como punta del lanza al portugués Carlos Sousa.

Antes de soñar con la victoria, las tripulaciones (136 coches, 150 motocicletas, 25 cuatriciclos y 52 camiones) tendrán que sortear los numerosos inconvenientes del camino, comenzando por las dunas de Fiambalá, el lunes durante la tercera etapa, y el desierto árido de Atacama que oficiará de juez y parte en la decisión final.

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