Sábado 02 de Enero de 2010 Edicion impresa pag. 31 > Sociedad
Lesiones graves por pirotecnia en Bariloche
Las sufrió joven de 26 años en barrio Las Chacras. Estalló un petardo y le afectó la mano izquierda.

SAN CARLOS DE BARILOCHE/SAN MARTIN D ELOS ANDES- El estallido anticipado de un artefacto pirotécnico de alto poder explosivo causó gravísimas lesiones en la mano izquierda del joven que lo manipulaba, quien después de recibir los primeros auxilios en la guardia del Hospital Zonal quedó internado en el sanatorio "San Carlos", una institución privada ubicada en el kilómetro 1 de la avenida Bustillo.

Ese fue el único caso grave que atendieron en el hospital público durante la jornada de fin de año y la madrugada del 1 de enero, entre otras 30 personas que presentaron golpes o sufrieron accidentes domésticos como producto de la ingesta exagerada de bebidas alcohólicas.

Pese a las reservas que impusieron las autoridades policiales y sanitarias sobre el suceso, trascendió que el grave episodio se produjo el jueves por la tarde en una vivienda del barrio Las Chacras, cuando Nicolás Rosenkjaer, de 26 años, manipulaba un petardo que estalló en su mano izquierda de manera imprevista y le produjo importantes lesiones en casi todos sus dedos.

Uso prohibido

La prohibición impuesta sobre el transporte, almacenamiento y uso de artefactos pirotécnicos puede resultar en algunos casos perjudicial para quienes lo utilizan como parte de una multisecular tradición, a la que no están dispuestos a renunciar a pesar de que una ordenanza lo vede.

Y es que esa bien intencionada prohibición favorece la comercialización de elementos fabricados en forma casera o clandestina, que incumplen con las normas que impone y controla Fabricaciones Militares para los elementos pirotécnicos de venta libre o condicionada.

De hecho, el cielo de Bariloche se iluminó durante 15 o 20 minutos después de la medianoche, sobre todo en los barrios del Alto, y no sólo con artefactos voladores luminosos, sino con petardos que en algunos casos activaron las alarmas en vehículos, comercios y viviendas particulares.

En tanto, si la Navidad había sido tranquila en San Martìn de los Andes, el 2010 sólo se hizo notar apenas por una intensa pirotecnia, prohibida en la ciudad cordillerana, pero que al cabo no dejó saldos que lamentar.

Ni el hospital, ni los Bomberos ni la Policía de Tránsito dieron cuenta de incidentes, en tanto que las comisarías sólo tuvieron que lidiar con algunas contravenciones por ebriedad.

En fin, un fin y comienzo de año con absoluta calma. Otro tanto ocurrió en Junín de los Andes. (AB/ASM)

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