Año nuevo, vieja costumbre. Tal podría ser la premisa para Roger Federer y Rafael Nadal al umbral de arrancar la temporada del 2010 en el circuito masculino de tenis enfrascados por la posesión del primer puesto del ranking. Federer recuperó esa condición en el 2009, tras coronarse en julio en Wimbledon para apoderarse del récord de 15 coronas de Grand Slam que estaba en manos de Pete Sampras.
Fue el quinto año que Federer logró cerrar al frente de la clasificación y ahora tiene en la mira el récord histórico de Sampras. Ese es la clase de estímulo que el suizo necesita para seguir adelante ahora que prácticamente lo ha ganado todo, incluido Roland Garros.
Quien no piensa así es el entrenador y tío de Nadal. "En un principio, si hubiese de apostar por uno para estar arriba del todo, no lo haría por Federer´´, dijo Toni Nadal sobre el futuro próximo.
"No porque no tenga la calidad suficiente, sino porque después de todo lo que ha conseguido y de ser padre de familia, es difícil mantener el nivel de esfuerzo y de exigencia que hay´´, añadió.
Esto puede ser el umbral para Nadal, cuyo 2009 tuvo más sombras que luces al perderse un par de meses debido a una tendinitis en ambas rodillas y luego por una dolencia abdominal. Más alarmante es el hecho que no gana un título desde el Masters de Roma en mayo y desde ese mes no supera a un jugador situado entre los cinco primeros.
Su principal desafío en la primera parte de la temporada será revalidar su cetro en el Abierto de Australia. "Lo de defender puntos es una tontería porque si no los tuviera, no los defendería y estaría más atrás en el ránking´´, dijo Nadal en una entrevista con el diario deportivo español AS.
La temporada se pondrá en marcha con tres torneos: Brisbane (Australia), Chennai (India) y Doha (Qatar). El último de los tres tiene a Federer y Nadal como principales atracciones.