ROCA (AR).- Cesanteado del Poder Judicial de la Nación terminó el secretario de la Cámara Federal de Roca, Juan Luis Vincenty, luego de una larga seguidilla de imputaciones y sumarios administrativos que el gremio Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) calificó como "una asfixiante y poco sutil persecución laboral".
La conjueza de primera instancia, Julieta Berduc, lo había sobreseído el 17 de diciembre en la causa penal donde se acusó a Vincenty de "violación de deberes", por suministrar a periodistas la copia de una resolución derivada de la investigación de delitos de lesa humanidad que tramitaba en la Cámara Federal local. Berduc dejó "a salvo su buen nombre y honor" por considerar que no existió delito alguno. Pero de las actuaciones ventiladas en ese proceso penal surgieron nuevos elementos que desencadenaron la veloz cesantía de Vincenty por otras razones: "Haber transgredido el deber de observar una conducta irreprochable, previsto en el artículo 8 del Reglamento Judicial, exigencia ligada a la preservación de la absoluta confianza que tiene que merecer un funcionario judicial a sus superiores". El 30 de diciembre, tras un sumario que duró apenas 23 días, el secretario fue cesanteado porque intentó ser querellante en una causa penal por supuesto "falso testimonio" que su abogado, Oscar Pineda, había iniciado contra el juez de la Cámara Federal Carlos Müller, acusándolo de haber "faltado a la verdad" a la hora de declarar como testigo en la causa penal contra Vincenty iniciada por la entrega de las copias a la prensa.
La denuncia de Pineda fue desestimada de plano por la fiscalía federal, que entendió que no existía delito, y el caso se archivó el pasado 17 de noviembre por disposición del nuevo juez federal de primera instancia Santiago Inchausti. Vincenty intentó ser querellante, sosteniendo que Müller negó en el juicio haberle dado la autorización para dar copias a los periodistas porque "eligió libre, reflexiva y voluntariamente falsear la verdad (?) presumiblemente con el ánimo malicioso de profundizar el maltrato institucional que vengo padeciendo".
La cesantía, que lleva la firma del propio Müller y del presidente de la Cámara, Ricardo Barreiro, sostiene que "Es evidente que el sumariado (Vincenty), en su afán exculpatorio, no sólo pasa por alto que calificar como mentiroso a un magistrado de quien depende jerárquicamente es ya de una gravedad inaudita, sino que omite reparar en que más grave aún resulta atribuirle haber faltado a la verdad en el acto de prestar declaración bajo juramento ante un juez, colocándolo así en el rol de delincuente".