ROCA (AR).- Con tres pedidos de condena y uno de absolución terminó ayer en Roca el juicio por el asesinato de Leonel Manríquez, el adolescente de Cipolletti que en febrero de 2007, con apenas 16 años, terminó asesinado de un disparo en el rostro luego de protagonizar un confuso episodio en el barrio Colonizadora de Allen, adonde había llegado junto a otros dos amigos a "canjear" un auto robado por drogas. La fiscal Elsa Alasino, la asesora de Menores Mónica Belenguer y Marcela Martínez, la querellante y madre de Manríquez, pidieron que el imputado, Carlos Alberto "Chupilca" Bustamante, sea condenado por "homicidio simple". El defensor oficial, Gustavo Viecens, pidió la absolución lisa y llana porque considera que no existe "ninguna prueba seria y concreta" que demuestre la participación del acusado en el hecho.

La investigación del caso dejó a la luz lealtades, "ajustes de cuentas" y negocios vinculados con el narcotráfico en el corredor del Alto Valle, además de la metodología del "canje" de todo tipo de efectos robados por estupefacientes en un domicilio particular del barrio ubicado en la zona norte de Allen, el Colonizadora, donde Manríquez fue baleado. De hecho, los dos jóvenes que junto con la víctima habían robado el auto en Cipolletti para hacer el "trueque" detallaron, en distintos momentos del proceso, cómo funcionaba ese circuito. Uno de esos jóvenes se fue de la provincia tras declarar en el juicio, asegurando que las permanentes amenazas que recibiría desde el entorno criminal que frecuentaba al momento del crimen no le permiten seguir viviendo con tranquilidad. El otro había comprometido seriamente a Bustamante en su primera declaración, cuando era testigo protegido, pero a la hora del juicio oral se desdijo y trató de desincriminar al acusado. Esa segunda versión no fue creída por la fiscalía ni la querella, pero se convirtió en una de las piezas clave para la defensa.

En su alegato, la fiscal Alasino pidió ayer 16 años de prisión para Bustamante, unificados en 25 años con una pena de 11 que ya pesa sobre las espaldas del acusado. Dijo que los testigos de la defensa, amigos del imputado, "actuaron en bloque" para afirmar que "él estaba en Plottier" al momento del crimen pero que esos testimonios "han hecho agua por todos lados". Belenguer, por su parte, acompañó el pedido de pena y la querella, representada por el abogado Marcelo Hertzriken Velasco, pidió la máxima de 25 años de prisión para Bustamante.

Al final de la audiencia, el acusado reiteró su alegato de inocencia y dijo que "todo es invento de la Brigada de Investigaciones, que me quiere arruinar la vida".