La inflación "no puede subestimarse" a la hora de diseñar las políticas económicas para 2010, de acuerdo con la evaluación realizada por el Banco Central, si bien el organismo señaló que el fenómeno mostró "cierta tendencia a su desaceleración".
En la presentación del Programa Monetario para 2010, la entidad presidida por Martín Redrado indicó que deben tomarse "acciones que señalicen en forma clara y creíble la voluntad de atender el fenómeno inflacionario" en razón de constituir un "impuesto altamente regresivo" ya que su blanco principal son los sectores de menores recursos. "Si bien ha experimentado cierta tendencia a su desaceleración, la existencia de registros inflacionarios es un rasgo que no puede subestimarse", destacó el informe, que apela a la "memoria inflacionaria" de la población sustentada "por alrededor de medio siglo" de altos índices de precios.
En ese sentido, precisó que "niveles de moderados a altos de inflación no sólo afectan negativamente la inversión y la tasa de crecimiento de los países al aumentar la incertidumbre y reducir el horizonte de planeamiento de inversión y el crédito, sino que también deterioran la distribución del ingreso y contribuyen al aumento de la pobreza". "La inflación afecta con mayor intensidad a las personas de menores recursos fundamentalmente por dos razones.
Por un lado, la evidencia muestra que en contextos de aumentos generalizados de precios el salario real cae fuertemente y ésta es la principal fuente de ingresos de los sectores más vulnerables", destacó el BCRA. Por otro lado, "enfrentan mayores dificultades para protegerse contra la pérdida del valor adquisitivo de la moneda puesto que mantienen un alto porcentaje de dinero en efectivo y tienen un menor grado de bancarización, por lo que su acceso a instrumentos financieros que les brinden cobertura está restringido", añadió la autoridad monetaria.
En atención a la tendencia a la recuperación económica en el país y el mundo en general, el BCRA advirtió que se han "incrementado los riesgos de incipientes presiones inflacionarias, incluso exhibiendo rasgos de persistencia". "Es altamente probable que la mejoría del entorno internacional, la reducción de la fuga de capitales y las perspectivas de una buena cosecha agrícola se traduzcan, en lo inmediato, en una reactivación económica durante 2010. Sin embargo, es importante que ese impulso expansivo no vea cuestionada su sostenibilidad", alertó el Banco Central.
DyN