La toma de muestras de sangre para la prueba genética de los hijos de Herrera de Noble se relizó en medio de una fuerte controversia con los querellantes (Abuelas de Plaza de Mayo y familiares de desaparecidos) que exigían una medida más completa y en otro ámbito que en el que finalmente ocurrió.
La entidad humanitaria considera que ambos jóvenes adoptados en 1976 por la propietaria del diario Clarín, son en realidad hijos de desaparecidos nacidos durante el cautiverio de sus madres en el régimen militar.
Las Abuelas de Plaza de Mayo consideraron "ilegal" que la extracción de muestras de sangre se haya hecho en el Cuerpo Médico Forense y no en el Banco Nacional de Datos Genéticos, que alberga el mayor archivo de muestras de familiares de desaparecidos. El apoderado de la querella, Mariano Gaitán, sostuvo que el examen "se ha realizado en una institución que no es la perito oficial para realizar este tipo de análisis". "La ley claramente establece que es el Banco Nacional de Datos Genéticos donde se deben hacer todas las pericias relacionadas con casos de sustracción de menores durante la dictadura, y eso incluye la extracción de las muestras", afirmó.