BUENOS AIRES (ABA)- En una especie de "fiscalización", el polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, empezó a verificar el cumplimiento de parte de los exportadores del pago a los productores de 23 centavos de dólar por kilo embalado. Lo hizo poniendo bajo revisión algunas liquidaciones, aunque quedaron pendientes otras carpetas que se acercarán en los próximos días .
Fue el Ministerio de Agricultura el escenario donde ayer se hicieron presentes funcionarios nacionales, la mayor parte de las empresas exportadoras, representantes de la Federación de Productores y de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), así como de los sindicalistas de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores y del hielo.
Resultó llamativa la ausencia del sindicato de la fruta de quie-nes los empresarios esperaban un compromiso de moderación. La señal que dieron es que seguirán impulsando un aumento salarial de entre el 30 y el 35 % que es rechazado por los empleadores.
Fue también la reaparición de María del Carmen Alarcón, ex dirigente del agro ahora bajo la órbita del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y al término del encuentro se sumó el titular de Agricultura, Julián Domínguez.
Una de las cuestiones más relevantes para el sector, comentó Edgardo Kristensen de la Cámara de Productores cipoleña fue la promesa (a lo que se sumó el Senasa) de flexibilizar normas para la comercialización de fruta en el mercado interno.
Alarma
Sin embargo, no todas fueron sonrisas durante al reunión, especialmente cuando un empresario de una pequeña exportadora del Alto Valle alertó sobre la posibilidad de tener que pedir el concurso preventivo de la firma si continúa la presión sobre el precio. En ese caso quedó pendiente la revisión sobre el rígido cumplimiento de la regulación.
Según una fuente empresarial, hasta Moreno reaccionó de manera llamativa cuando expresó con una frase lanzada al aire con destino a la Federación de Productores: "Seamos prudentes porque por ir al hueso se pueden quedar sin empresas". Ello no fue óbice para que se ratificara que se le va a tener que seguir pagando al productor el valor de 23 centavos de dólar por kilo de fruta.
Un par de empresas exportadoras aludieron a las dificultades que presenta para la actividad el dólar estable con una inflación interna en crecimiento.
También se rechazó el planteo de la Federación de querer que los 0,23 dólares por kilo sean por la fruta que fue a la báscula y no con la que en definitiva fue embalada. La próxima reunión fue fijada para el 27 de enero más allá de los encuentros que habrá en el Alto Valle.