| El ex marino Alfredo Astiz, emblemático agente de la dictadura , escuchó ayer la imputaciones sobre la desaparición de dos monjas francesas y dirigentes humanitarias en 1977, durante un juicio que ventila crímenes políticos en el campo de exterminio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). La fiscalía consideró probado que Astiz y Jorge "Tigre" Acosta, ambos ex capitanes de corbeta, comandaban los servicios de inteligencia de ese centro clandestino de detención Astiz, de 58 años, escuchó impávido el relato de las torturas aplicadas a las monjas, que fueron atadas sobre camastros metálicos, sometidas a descargas eléctricas, vejadas con cachiporras y golpeadas con ferocidad, en interrogatorios conducidos por el propio "Ángel de la muerte". Según las pruebas, bajo las órdenes de Astiz y Acosta actuaban grupos "que secuestraron, robaron y saquearon" y coordinaban operaciones para que "mientras los detenidos eran torturados, otro grupo estuviera listo para salir a secuestrar, según los datos que se obtenían bajo tormentos". | |