Julio Grondona tuvo que alterar el respeto a su máxima del "todo pasa". Al fin impidió que pasara todo lo que había anunciado Carlos Bilardo, gerente técnico al que se le hace dificil gerenciar en un equipo que conduce Diego Maradona, pese a que esa conducción no encontró su norte.
Todo bien, todo está "fenómeno", salió a decir Bilardo, cuando horas antes aún persistía en desagotar la hiel atragantada que dijo haberse comido en el último año, sobre todo por su relación con Alejandro Mancuso, un incondicional de Maradona. Grondona fue gestor unívoco -con la única sazón de consejos exclusivamente filiales- de ungir a Maradona en el cargo que soñó desde que colgó esos botines con los que sacó brillo y aterciopeló al fútbol, y de poner como columna de sostén al técnico campeón mundial del 86.
Ni Maradona ni Bilardo quisieron evitar el temblor. A Grondona, la paternidad del escandaloso staff del seleccionado, se la hicieron sentir diferentes dirigentes. En síntesis, que a los directivos que no fueron consultados para las designaciones un año atrás no los busquen para apagar el fuego.
Grondona se jugó tal vez su última apuesta para salvar, de cimientos al techo, la estructura del cuerpo técnico y a su vez mantener indemne ese patrimonio del que se jacta: el no haber echado nunca a un entrenador o colaborador del seleccionado en sus treinta años continuos al frente de la AFA.
Bilardo habló con Mancuso. "Está todo fenómeno", fue la síntesis del Narigón. ¿Habrán sido realmente conciliables esos personajes? ¿Se puede dar por seguro esta "fenomenal" relación tras un año de erosión constante?
Bienvenido que así fuere. Pero sólo el tiempo y el devenir de los meses previos al Mundial corroborarán o echarán por tierra la descripción de Bilardo sobre la flamante relación interna. Pero los retortijones viscerales en el cuerpo técnico son concomitantes a una crisis futbolística que engloba al equipo.
Verón fue contundente al reclamar mensajes claros para ahuyentar la "intranquilidad" al plantel. Es la deuda que más pesa y la que el pueblo futbolero espera saldar antes del Mundial.