Martes 29 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 29 > Sociedad
Exigieron en Bariloche que se resuelva el diagnóstico de Luciana

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La familia de Luciana Pérez volvió a exigir su traslado a "un hospital de complejidad de Buenos Aires, que permita diagnosticar su situación y posibles tratamientos" con una marcha simbólica realizada ayer que recibió escasa respuesta de las autoridades hospitalarias.

Los familiares de la menor, que lleva más de un mes internada con un grave daño cerebral y diagnóstico incierto, exigieron que "se proceda a equipar al hospital con elementos y maquinarias de complejidad que permitan diagnosticar correctamente situaciones de gravedad" y "la inmediata renuncia" de la directora, Susana Rodríguez.

A la médica le cuestionan haber emitido el diagnóstico de muerte cerebral "sin contar con informes o respaldo técnico" por falta de equipamiento adecuado y su oposición a la derivación de la paciente porque "no se puede trasladar a un muerto".

El abuelo, la madre y amigos de la familia, asesorados por el escribano Leandro Costa Bruten, se reunieron con Rodriguez pasado el mediodía y le reclamaron que tome "medidas útiles" para mejorar la situación de Luciana.

Entre esas acciones exigieron que se documente por escrito los rechazos a los pedidos de traslado para denunciar a los respectivos centros de salud ante la justicia federal por abandono de persona.

"Queremos que nos digan por escrito por qué no reciben a la nena y que pongan a Luciana en posición de emergencia, como sucede con los pacientes que esperan una donación de órganos, para que reciba algún tipo de solución" dijo el escribano y dirigente político, quien enfatizó que "este es un caso testigo".

Por su parte, Rodriguez confirmó a "Río Negro" que fracasaron las gestiones realizadas para traer a un neurólogo infantil de Neuquén y que existe la posibilidad de traer un especialista del hospital Gutiérrez que fue rechazada por la familia por falta de equipamiento adecuado para garantizar un diagnóstico.

Compelido por el amparo que dictó el juez Civil Jorge Serra, el nosocomio inició consultas para derivar a la paciente a los hospitales Garrahan, Gutierrez, Castro Rendón y la clínica Juan XXIII que chocaron con respuestas negativas por falta de camas.

Costa Bruten atribuyó esos rechazos a una "maniobra dilatoria de la directora" que "no quiere el traslado" y sostuvo que "ningun hospital la recibe por el diagnóstico que dio ella", en alusión a Rodriguez.

Al término de la reunión el abuelo de Luciana, Hector Ojeda, se quejó de que "Rodriguez nos trató como si estuviéramos de duelo" y contrapuso el informe realizado por la doctora Claudia Morresi, del servicio de Pediatría, que descartó la muerte encefálica.

"Es una barbaridad, ni siquiera dicen nos equivocamos" cuestionó compungido el abuelo.

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