BOGOTÁ.- El procurador Alejandro Ordóñez anunció ayer que investigará si jefes militares y de policía de Caquetá habrían sido omisivos al descuidar la seguridad del gobernador de ese departamento, Luis Francisco Cuéllar, quien el 21 de diciembre fue secuestrado y asesinado al parecer por rebeldes de las FARC.
"Cualquier omisión, cualquier error en el cumplimiento de los deberes de los funcionarios públicos, amerita determinar qué grado de responsabilidad pudo haber existido´´ en el caso del esquema de seguridad de Cuéllar, dijo Ordóñez.
La noche del lunes 21 de diciembre un grupo de hombres armados irrumpió en la vivienda del gobernador en Florencia --capital de Caquetá, a 380 kilómetros al sur de Bogotá--, lo sacaron a rastras y una hora después lo degollaron en un paraje rural.
Al momento del ataque, Cuéllar sólo tenía como escolta a un policía, que también fue asesinado al parecer por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Antes de ser gobernador, Cuéllar había sido secuestrado en cuatro oportunidades.
"Son hechos que deben ser investigados porque eventualmente expresaron unas serias vulnerabilidades en los esquemas de seguridad de un gobernador y sobre todo en Caquetá donde es tan sensible la presencia de grupos al margen de la ley´´, explicó Ordóñez.
A la pregunta de si los eventuales indagados serían los jefes militares y de policía de Caquetá, Ordóñez dijo: "Quienes funcionalmente debían responder por esa seguridad, son los que tendrán que dar explicaciones´´. De todos modos, el procurador se abstuvo de dar nombres sobre eventuales indagados porque, según él, los hechos por investigar son demasiado recientes.
En Colombia, la Procuraduría o Ministerio Público sólo tiene la potestad de sancionar disciplinariamente a los funcionarios públicos del país. Las investigaciones penales corren por cuenta de magistrados, jueces y fiscales. (AP)
