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Misión: salarios | ||
Mantener las riendas de la economía municipal fue el objetivo principal del intendente Marcelo Cascón este año. La cantidad de medidas orientadas a ese fin dificulta el recuento, aunque el dato distintivo fue sin dudas la agitación por el cortísimo plazo y el cierre de los números a fin de mes. No mucho más allá. El presupuesto 2010 que fue rechazado por el Concejo no anticipaba grandes cambios en esa ecuación y confesaba un déficit operativo superior a los 16 millones de pesos. El intendente había presentado dos proyectos para delegar en agentes externos el recupero de deuda y también para crear una "agencia de recaudación", pero los retiró a los pocos días por presión del Soyem. Ese gesto enlaza con el pedido (exitoso) a los ediles para sostener por otros seis meses el permiso que amplía los sobregiros en descubierto y también con la posterior resolución de Cascón que creó el Fondo Centralizado de Cuentas Oficiales. La nueva criatura unifica bajo el mando de la secretaría de Economía todas las cuentas bancarias en las que mueven fondos las distintas áreas del municipio, incluidos los organismos autárquicos como el Emprotur y el Instituto de la Tierra y la Vivienda. Esa disponibilidad le permitirá al Ejecutivo echar mano a esos dineros para atender ahogos financieros y ganar previsibilidad a la hora de cumplir con la preocupación excluyente de la actual gestión: el pago de los salarios en término. Ya nadie oculta que las principales medidas de la política tienen esa única prioridad. Gobernar se ha convertido en poco más que garantizar a los 1.500 municipales que no deberán esperar por la percepción de sus haberes. Que el intendente y su gabinete fortalezcan sus atribuciones sobre el manejo de los recursos públicos no admite discusión. Es razonable que ese criterio abarque también al Emprotur, cuya dirección está en manos del sector privado, que defienden la independencia del Ente y son refractarios a cualquier intervención. Pero lo más vidrioso de la unificación de cuentas es que serán concentradas en el Banco Patagonia, que desde hace más de un año cubre el "rojo" municipal con millonarios "descubiertos". En Economía explicaron que nada hay de arbitrario en llevar todo el movimiento de dinero al Patagonia porque se trata del "agente financiero oficial" del municipio, condición que heredó del ex Banco Río Negro. Lo que pocos sabían hasta aquí es que ese servicio del Patagonia no tiene plazos ni depende de licitación alguna, como ocurre en la provincia. La consolidación forzada de ese monopolio ya había comenzado hace un año con la concentración en el "agente oficial" de las cuentas sueldo y ahora sigue con el resto de la operatividad económica del municipio. Lo que se dice, un negocio redondo. Cascón percibe que acumular atrasos en materia salarial minaría rápidamente la gobernabilidad y de hecho el cumplimiento puntual en el pago de salarios se ha convertido en la jactancia más visible de la actual gestión. Dado que allí reside el desvelo mayor del gobierno, en el Centro Cívico asimilaron con inquietud las advertencias del Soyem sobre su interés en discutir cuanto antes una recomposición salarial, que permanecen intocados desde fines del 2008. Identificar qué estrategia acuna el gobierno para hacer frente a otras acechanzas tangibles como los eventuales juicios que llegarían junto a la transferencia del cerro Catedral, el déficit crónico de la obra pública, los problemas del tránsito, la crisis habitacional o la mala calidad de muchos servicios es tarea ardua. En los hechos, las decisiones que atacan lo estructural son bien pocas y allí destaca la inminente aprobación de la ordenanza destinada a simplificar y dotar de equidad a la Tasa de Servicios. El nuevo esquema impulsado por el Ejecutivo elimina las zonas, grava a cada inmueble por su valor fiscal y no modifica la facturación global del tributo, pero introduce profundos cambios en la distribución de cargas. Habrá rebajas para el 87% de los contribuyentes y sensibles aumentos para el resto. Algunos hoteles y grandes comercios, pasarán a pagar más de $19.000 cuando hasta ahora recibían facturas mensuales de apenas $ 200. Está claro que la reforma tributaria será un salto cualitativo clave en los conceptos históricamente descuidados de la justicia y la progresividad, y debería traducirse en un mayor índice de cobro. Para alcanzar ese fin, la aplicación de la nueva tasa exigirá claridad comunicativa y mano firme por parte del municipio. Cascón ya demostró su permeabilidad al suspender el cobro de la segunda cuota anual del cerro Catedral y también retrocedió en otras medidas cuestionadas por grupos influyentes. Además de fortalecer lazos con el "agente financiero" y cumplir con los salarios, bien haría el Ejecutivo en ampliar su listado de preocupaciones a todo el ancho terreno en el que hoy dominan la incertidumbre, los privilegios y las demandas desatendidas. | ||
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