Domingo 27 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 19 > Municipales
El desafío es normar la informalidad

NEUQUÉN (AN).- El penetrante olor a la fritanga de las empanadas y las papas; el humo de los choripanes; la preparación de los sándwiches de milanesa y fiambre al aire libre; la venta de artículos -anteojos, ropa nueva, alpargatas, discos compactos- sin factura; autos de feriantes y clientes estacionados en doble fila; son también parte de la colorida postal de las ferias de la ciudad.

¿Cómo se controla la venta de comida y la procedencia de artículos industrializados?

"Los esfuerzos están orientados a eso. Y en ese sentido debo decir que Bromatología y Comercio del municipio son pilares en el control del funcionamiento de las ferias", dijo Fojo.

Indicó que el municipio dicta cursos en manipulación de alimentos y los inspectores controlan la procedencia de los artículos. Admitió que el funcionamiento de los comedores no respondería acabadamente a las normas, pero destacó que particularmente esos puestos pertenecen a feriantes bolivianos y los clientes son también de esa nacionalidad.

"Es una cuestión cultural. Ellos preparan de determinada manera sus alimentos y también los consumen de acuerdo a sus costumbres. No obstante, procuramos que se utilicen equipos de frío para los alimentos", señaló la funcionaria.

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