VIEDMA (AV)- Un mes después de su naufragio, el buque remolcador Perestroika I quedó amarrado a la dársena de Punta Colorada, desde la que había partido el 25 de noviembre, jornada en la que al quedarse sin motor, sucumbió bajo el oleaje leve en esa zona del golfo San Matías.
Luego de un gran esfuerzo y complejas tareas técnicas, varios expertos marineros pudieron poner a flote nuevamente a la embarcación, que se calcula que en menos de un mes podrá estar nuevamente navegando.
Aquel martes de noviembre, el buque partió de Punta Colorada cerca de Sierra Grande, remolcando una boya, cuando a la salida con rompiente y vientos calmos del Noroeste, el motor se quedó sin potencia, por lo que las olas provocaron que ingresara agua por la banda de babor. Otro golpe de mar sobre la banda contraria hizo hundir el buque, rápidamente.
La "Perestroika I" es una lancha de servicios generales que llevaba a bordo tripulantes de cubierta y buzos profesionales, que en ese momento estaban realizando tareas de señalización de la entrada del canal al puerto local.
La tarea específica de ese día era el traslado de una boya de amarre del muelle de Punta Colorada, que está compuesta por 6 de esos artefactos de 5 metros de diámetro y 3 metros de altura.
La boya debía ser colocada junto a otra, con el objeto de adelantar el programa de trabajo por razones relacionadas con las diferencias de mareas. A bordo iban el capitán, Fabián García, de 37 años, los marineros, Hugo Hernández, de 29, y Mario García, de 35, y los buzos profesionales en rol de seguridad, Sebastián Leal y Abel Ortiz.
Afortunadamente, nadie salió lastimado y todos pudieron ser rescatados velozmente por colaboradores que se encontraban en las inmediaciones. Sin embargo, sumergido a varios metros de profundidad quedó el pequeño buque remolcador, que ayer pudo ser recuperado.
El responsable de la empresa sanantoniense "El Austral", Tony Brochado, que al momento del naufragio llevaba adelante las tareas de buceo en el boyado del lugar, informó que "los trabajos realizados para reflotar el buque no fueron fáciles ya que el clima particular de la dársena es de lo que se denomina costa abierta, con poco abrigo, por lo que se utilizaron globos de salvamento para despegar al buque del fondo. Luego se tiró con un camión "TORO" propiedad de la empresa MCC Minera Sierra Grande" para acercarlo a la dársena donde quedó amarrado.