ROCA (AR).- La caída del Cessna 172 contratado por Funbapa para la liberación de moscas estériles, en el marco del Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos -PROCEM- no impidió completar el operativo de combate de la plaga. Las tareas, para las cuales se había contratado a una empresa de Mendoza, habían comenzado el jueves a la madrugada y debían completarse contrarreloj y en un solo día, porque de otro modo las moscas dispuestas para ser liberadas iban a morir, afectando gravemente el programa de prevención.
A la hora del accidente, cuando la piloto Claudia Elizabeth Parma logró un impresionante aterrizaje de emergencia en una calle rural cerca de Stefenelli, quedaban todavía unas 5 millones de moscas por liberar. Así lo informó ayer el ingeniero Esteban Rial, coordinador del programa.
"Ya habían liberado todas las moscas de Regina hasta Roca, pero faltaba toda el área de Neuquén, Cipolletti, Cinco Saltos y Centenario", detalló Rial, quien destacó la rápida reacción de la empresa contratada. "A las tres horas del accidente la empresa trajo desde San Rafael un avión suplente que completó el trabajo pendiente", indicó el ingeniero al momento de explicar que, luego de confirmarse que ninguno de los dos ocupantes de la aeronave había sufrido lesiones, la urgencia fue finalizar la tarea programada de liberación de las moscas porque "de otro modo se morían".
Ayer, el avión que sufrió un desperfecto mecánico y "se plantó" en pleno vuelo seguía en el lugar del aterrizaje de emergencia. El presidente de la empresa mendocina vino a la zona a retirarlo pero fue informado de que deberá esperar que las autoridades aeronáuticas terminen su inspección de rigor.