Muchos estadounidenses están sintiendo más que nunca el peso de sus deudas en esta temporada de fiestas de fin de año, haciendo más probable que se comporten más como Ebenezer Scrooge -el avaro protagonista del cuento de Navidad de Charles Dickens- que como Papá Noel. De hecho, un 93% de ellos dicen que gastaron menos o lo mismo que el año pasado, según una encuesta de The Associated Press-GfK.
La mitad de los entrevistados dijo estar sufriendo por lo menos un poco de estrés relacionado con sus deudas mientras 22% dicen que lo perciben fuertemente. Esa segunda cifra es superior a la del 17% del segundo trimestre, a pesar de todas las cifras divulgadas sobre la recuperación económica.
El desempleo en Estados Unidos ha superado el 10%, por segunda vez desde la Segunda Guerra Mundial, haciendo más difícil el pago de las cuentas mensuales. Las ejecuciones de hipoteca han subido a máximos récord y los clientes morosos de tarjetas de crédito están aumentando. ¿Qué significa eso para los minoristas en esta temporada, la más importante en ventas de todo el año? "El efectivo funciona como una fuerza muy directa que limita el gasto´´, afirma el doctor Alan Hilfer, director de psicología en el Centro Médico Maimonides en Brooklyn, Nueva York. "Si uno tiene 100 dólares en el bolsillo y eso es todo lo que puede gastar, echará una mirada alrededor y tomará una decisión basada en la cantidad de dinero que tiene´´, agregó. Las tarjetas de crédito, por otro lado, le permiten a las personas hacer más compras impulsivas.
El cómo se comporten los consumidores durante las fiestas de fin de año y más allá es una fuerza crítica que determinará qué tan fuertemente la economía se recuperará de la peor recesión desde la década de 1930. El gasto del consumidor es el motor principal de la actividad económica total en Estados Unidos. El inicio tradicional de la temporada de ventas navideñas ocurrió el viernes, justo después del Día de Acción de Gracias.