Hago público mi agradecimiento a los hospitales Castro Rendón y Horacio Heller y a los servicios de ambulancias del Bouquet Roldán. El 15 de octubre me transportaba en mi moto acompañada por mi hija Roberta, de 12 años, desde el barrio Villa María con destino a la escuela ubicada en toma norte por calle Lanín y, debido a la maniobra irresponsable de una señorita que efectuó un giro en U con su coche, se produjo una colisión entre dicho rodado y mi moto.

Como resultado del choque mi hija sufrió lesiones leves y yo terminé con lesiones graves. Fuimos trasladadas al hospital Castro Rendón, donde ella fue atendida y contenida por el personal de la guardia de Pediatría. Como mamá agradezco inmensamente a la enfermera que la atendió, acompañó y contuvo en dicho servicio y cuyo nombre lamentablemente no sabemos... ¡gracias mil!

En el servicio de adultos del mismo hospital, y en forma paralela, yo recibía la asistencia médica y de enfermería.

Debo destacar la excelente atención recibida por parte del personal de Enfermería, que me contuvo, calmó mis dolores y miedos y me mantuvo informada de la evolución de mi niña. Asimismo, los médicos se ocuparon de mí con total idoneidad.

Pero esto no termina aquí: fui derivada al consultorio externo del hospital Horacio Heller, donde me atendieron de la misma forma y donde el 13 de noviembre el doctor Daniel Barroso me realizó una cirugía en la mano izquierda, de la que en este momento me recupero gracias a todos ellos y principalmente a Dios.

Esta experiencia me hace reflexionar acerca de la excelente calidad de la atención brindada en nuestros hospitales públicos. A quienes trabajan en los hospitales Castro Rendón y Horacio Heller, en las ambulancias del Castro Rendón y del Bouquet Roldán, en Rayos X, laboratorio, la guardia de adultos y de niños, a los médicos y enfermeros, gracias por existir.

Sara Cristina Gálvez Núñez, DNI 18.357.054 - Neuquén