¿Cuál fue para un joven James Cameron la primera señal de que haría historia en el cine con Sigourney Weaver? Los tacos que ella calzaba.
Hace más de dos décadas, el director esperaba a la actriz en un hotel de Santa Bárbara para conocerla y presentarle sus ideas para la película "Aliens", la continuación de "Alien, el octavo pasajero". "Sabía que era una chica alta", dijo Cameron. "Pensaba en sus zapatos. Si trae tacos altos tendrá esta personalidad dominante y mi camino será difícil. Si trae zapatos bajos, es que se siente cohibida por su estatura. De hecho traía unos zapatos de tacón mediano y pensé, ´OK, esto va a funcionar bien. Ella va a ser fuerte, va a ser audaz, no va a perder completamente el control", expresó.
En 1985, Weaver firmó el acuerdo que la convirtió en la primera actriz en cobrar un monto de siete cifras y la película se estrenó al año siguiente. Su segunda misión al espacio como Ellen Ripley -una astronauta que confronta sus miedos enfrentando a los extraterrestres hostiles que encontró en la cinta previa- le mereció una postulación al Oscar.
Días atrás Cameron y Weaver hablaron en Londres sobre su relación tras reunirse para otra aventura de ciencia ficción, "Avatar´´. La actriz de 60 años da vida a la científica Grace Augustine, quien toma la forma de un extraterrestre de tres metros para explorar el planeta Pandora.
-Antes de que llegue Sigourney, ¿qué cree del trabajo que lograron juntos en "Aliens´´ con el personaje de acción de una mujer fuerte?
Cameron: -Redefinió la fuerza. No se trataba sólo de imponerse físicamente, sino de tener la fuerza emocional. No se trataba de ser fuerte e intrépida, sino de lo que haría a las puertas del miedo. Esa es la esencia de la película. (Llega Weaver)
-Justo cuando entraste hablábamos del momento en que se conocieron. James me estaba contando cómo se preguntó qué zapatos usarías y cómo te estaba juzgando.
Weaver: -Me había olvidado de eso.
Cameron: -Yo sabía que medías casi dos metros o algo así.
Weaver: -Casi el tamaño de un avatar.
Cameron: -Exactamente, así que tenía cierto temor de conocerte porque quería que la reunión saliera bien. Realmente quería hacer la película, pensé que podríamos hacer algo increíble juntos. No sabía si sería una relación combativa o una en la que sentirías que tenías el control patentado del personaje. No pude llevarme una sorpresa más grata por lo divertido que pensaste sería el guión.
Weaver: -Lo que me pasmó sólo de leerlo, incluso antes de conocerte, fue que sabías más sobre Ripley que yo. No sé cómo pudiste canalizar todo eso e idear este increíble escenario para esta mujer, trasladada a otro tiempo, tan aislada y a quien nadie creería, a quien nadie dejaría en paz. Fue un comienzo tan fantástico.
Cameron: -Es interesante que tanto Grace como Ripley son personajes que despiertan desdén en la estructura de poder machista. Y creo que las mujeres sienten que no se las escucha, que su perspectiva de una situación o su análisis de una situación no es tan creíble como la de los hombres.
-¿Por qué cree que puede entender a las mujeres y a los personajes femeninos de ese modo?
Cameron: -Mi madre es un buen modelo de conducta, crió a cinco hijos a la antigua. Permitió y apoyó mis esfuerzos artísticos para quizá ser parte de ellos. Tal vez fue porque yo era un niño tragalibros y lo mejor era que comenzara a entender cómo pensaban las mujeres. No me iba a ir bien sólo por mi físico. Como cineasta simplemente me incliné de manera natural por lo que la gente no estaba haciendo, porque era un modo de ser fresco y diferente. Y me inspiró tu personaje en "Alien´´ y otros buenos personajes femeninos de los que no abundaban.
Weaver: -Lo que me parece tan maravilloso del modo en que escribes sobre mujeres es que las cintas de acción tienen mala crítica. La acción tiene que ver con el personaje y es tan emocionante ver gente que no se desmorona estando bajo presión. Vemos personas victimizadas que simplemente se mantienen de pie y regresan y porque las mujeres tienen esta historia en la que quizás somos más victimizadas y nos es más difícil ser poderosas.