Entre rumores, reuniones y negociaciones que no llegan a buen puerto transcurre el receso futbolístico para los dirigentes de River, quienes todavía no pudieron complacer al entrenador, Leonardo Astrada, cuando se acerca la vuelta al trabajo.
Los obstáculos que se presentan ante cada tratativa por conseguir caras nuevas tienen que ver con la forma que quiere negociar la llegada de los refuerzos el presidente de River, Daniel Passarella. Su fórmula "pagar para ver" y que la institución de Núñez funcione como "vidriera" hasta ahora no seduce a clubes y representantes.
Es el caso del atacante colombiano Jackson Martínez, de Independiente Medellín, parecía una alternativa viable hasta que los dirigentes del club "cafetero" le pusieron precio y descartaron un préstamo. River necesita conseguir los 2,5 millones de dólares que cuesta la mitad de su pase y por ahora ni siquiera puede acercarse a esa cifra. Entonces desde la institución de Núñez buscarán un crédito bancario que los acerque a esa cifra.
Si pasan los días y no hay caras nuevas, los dirigentes "millonarios" verían con buenos ojos reflotar las conversaciones por el delantero paraguayo Pablo Vélazquez, el goleador de Rubio Nú que fue ofrecido a varios clubes en el último mercado de pases.
Para reforzar el mediocampo apareció la posibilidad de Edison Méndez, de Liga de Quito, aunque el propio jugador la desestimó porque le seduce más el desafío deportivo en su actual equipo.
Darío Cvitanich, de los primeros en mencionarse, firmó con el Pachuca de México a pesar de sus ganas de recalar en River, ya que los dirigentes "millonarios" no pusieron "el pie en el acelerador". Roberto Ayala declaró que le gustaría volver a River y que se siente halagado por la posibilidad, pero todo dependerá del cuerpo técnico del Zaragoza, que planifica una "limpieza" en la plantilla y habrá que ver si en Núñez lo pueden repatriar.