Miércoles 23 de Diciembre de 2009 24 > Carta de Lectores
"Los talleres barriales están olvidados"

El 6 de diciembre fue publicada en este diario una carta sobre la gestión cultural del municipio neuquino.

Soy compañero, colega y amigo del autor de la misma desde hace años y vimos llegar esta gestión cultural con cierta expectativa: el secretario Smoljan estaba vinculado a la Plástica y eso nos hacía suponer un mayor desarrollo de nuestra disciplina, una revalorización de la Plástica local, por supuesto sin dejar de ocuparse de todas las áreas de cultura. Hoy vemos con tristeza e impotencia cómo en una proclamada búsqueda de la "excelencia en el arte" se construyó un Museo de Bellas Artes que reemplazó los objetivos de una Secretaría de Cultura municipal. ¿Cuál es la función de una Secretaría de Cultura? ¿Producir megaeventos o promover el desarrollo cultural de los ciudadanos?

El presupuesto de la Secretaría de Cultura es utilizado mayormente para mantener el MNBA. Los talleres barriales, esos adonde usted y sus hijos podrían ir a aprender pintura, escultura, cerámica, folclore, guitarra, teatro, canto, telar mapuche, etcétera, están olvidados y carecen por completo de apoyo desde la Secretaría; no hay voluntad de promocionarlos en el programa de televisión que se emite semanalmente para hablar del museo, mucho menos tener los materiales y herramientas necesarias.

Otra muestra de la falta de interés es el estado en que se encuentran los pocos edificios históricos que quedan en pie y que son de incumbencia de la Secretaría. Nos instan a enorgullecernos del MNBA, pero veamos cómo está la torre Talero, el taller de cerámica municipal que fuera mercado central, la sala Emilio Saraco, el Monolito Fundacional, los vitrales del Museo Dr. Gregorio Álvarez (rotos y a punto de caer), etcétera.

Y por si fuera poco, los que nos dedicamos a producir algo de arte porque es nuestra elección de vida, y a pesar del costo material, tenemos que conformarnos con exponer en la calle o bares y pizzerías de gente bien intencionada que intuitivamente y sin ponerse a meditarlo hace más por la promoción cultural que el bien rentado responsable del área; en el mejor de los casos, los artistas que actuaron en el Neuquén Cultural debieron espe-rar ocho meses para cobrar sus actuaciones.

Hago pública entonces mi solidaridad y acuerdo con lo expuesto por el pintor neuquino Marcos Cornu y dejo mi aporte, que ojalá sirva para algo.

Luis Padilla, DNI 18.573.160

Profesor de artes visuales - Neuquén

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