Algunos de los archivos registrados por el FBI sobre Michael Jackson, que muestran las investigaciones de la agencia en torno a las acusaciones de abuso de menores, se hicieron públicos a pedido de los medios estadounidenses.
Las 333 páginas que han visto la luz detallan el trabajo de la Oficina Federal de Investigaciones en dos acusaciones de abuso de menores que recayeron sobre el artista fallecido, la primera en 1993 y la siguiente en 2004. Sobre la primera acusación destaca un informe en el que se recoge el testimonio de una mujer de Toronto que afirmaba haber viajado en el mismo tren que Jackson desde Chicago hasta el Gran Cañón.
En ese recorrido, Jackson iba acompañado por Jackson Chandler, el niño que supuestamente reveló a su padre los supuestos abusos por parte de Jackson. La mujer de Toronto, según explica la página The Hollywood Reporter, dijo al FBI que los dos parecían tener una relación extremadamente cercana y que le preocupaban los ruidos que se oían en el interior del compartimento en el que viajaba Jackson junto al adolescente, de 12 años en aquel entonces.
Supuestamente Jordan recibió unos 20 millones de dólares del rey del pop para que no testificara contra él en el proceso judicial sobre las acusaciones de abusos sexuales que el menor presentó en 1993 contra el cantante. Sobre la siguiente acusación por pederastia, el FBI destaca que no se encontró nada en los ordenadores del cantante que pudiera condenarle. Jackson fue declarado inocente de diez cargos, entre ellos cuatro de abuso sexual de un menor.
Pero la mayor parte del archivo desvelado se centra en un informe de 200 páginas, realizado en 1992, sobre un acosador que amenazaba con matar al entonces presidente norteamericano George H.W. Bush y llevar a cabo una serie de asesinatos en cadena. Ese sospechoso, que finalmente fue detenido, estaba obsesionado con Jackson y con John Gotti, miembro del conocido clan mafioso de los Gambino.
Los documentos también incluyen pruebas de un complot para extorsionar al cantante en 1992 y una investigación en torno a un caso de pornografía infantil en donde no se presentaron cargos contra el artista.
Jackson murió en junio a los 50 años por una intoxicación aguda del anestésico propofol, en circunstancias calificadas en la autopsia como "homicidio". La investigación policial tiene como objetivo principal por un posible homicidio involuntario al doctor personal de Jackson, Conrad Murray, presente en el momento de la muerte del artista. Los archivos del FBI revelados no incluyen material sobre esa investigación.
Fuente. El País