El renunciante ministro de Educación porteño, Abel Posse, adjudicó hoy su salida del gobierno de la Ciudad a una "campaña de descalificación absurda" hacia su persona y acusó a los gremios docentes de "preferir consolidar su sindicato antes que el problema educacional".
A once días de haber asumido y a pocas horas de que se oficialice su renuncia, el escritor y diplomático designado por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, presentó anoche su dimisión ante lo que consideró "un muro" al que pretendió "desarticular" sin éxito.
"Macri propuso una persona independiente para desarticular el matete que se ha creado en ese Ministerio entre las reclamaciones salariales y la prioridad de que en marzo las madres terminan repartiendo los hijos porque no pueden ir al colegio", afirmó el ahora ex funcionario porteño en declaraciones a FM Milenium.
Además, consideró que su designación al frente de la cartera de Educación quedaba ameritada por su "carrera diplomática intachable" y negó haber tenido "nada que ver con la cuestión militar", a pesar de haber sido designado funcionario en la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse (1972) y confirmado en el cargo durante la dictadura de Eduardo Rafael Videla.
Posse acusó a los dirigentes gremiales de "no querer hacer una reorganización orgánica" de "los problemas educacionales" y cuestionó que existan "16 sindicatos que operan sin unidad y con reclamos variables" que producen "el record antisarmientino de no llegar a los 180 días de clase en la mayoría del país".
"Han creado algo inmanejable y la idea de Macri cuando quiso nombrar desde el rabino Bergman a otros intelectuales era que pudiera traer ideas nuevas", dijo, y lamentó que ante una persona "con 40 años de experiencia en el Estado" esas ideas "no las quieran".
"Presenté mis ideas para que esto no esté manejado por opiniones de 16 señores que en el fondo se sienten fuertes o porque obtienen camiones o la posibilidad de dejar a los niños en las casas o la posibilidad de ir a tocar el bombo en el Hospital Francés como pasó", se defendió.
La designación de Posse en reemplazo de Mariano Narodowski, quien se fue del cargo por el escándalo del espionaje telefónico, fue cuestionada por distintos sectores de la sociedad por sus posturas afines a la defensa del terrorismo de Estado.
El ejemplo más reciente fue cuando días atrás el represor Luciano Benjamín Menéndez lo parafraseó durante su alegato en el tercer juicio que lo condenó a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad
Télam.-