JUNÍN DE LOS ANDES (ASM).- Más de mil metros de colas con ofuscados automovilistas y pasajeros, varados al sol del flamante verano. Así comenzaron para muchos las vísperas de las navidades en esta región cordillerana, bloqueados en la ruta 234 por un piquete de empleados municipales, en protesta por la falta del comprometido reescalafonamiento de fin de año y la incertidumbre sobre el cobro del aguinaldo, en una administración comunal que luce virtualmente en cesación de pagos.
El corte de ruta comenzó a las 10 de ayer y se prolongó hasta las 20, con liberaciones parciales del bloqueo cada dos horas, para luego volver a retomar el corte, a la espera de "novedades" desde la capital provincial.
Allí, concejales y el intendente Campos realizaron intensas gestiones en procura de obtener fondos de la provincia. Los municipales volverán hoy a la ruta, se estima que alrededor de las 8, y se mantendrán hasta obtener respuesta.
Medio centenar de empleados comunales, que venían protestando a las puertas de la intendencia en las últimas jornadas, decidieron "mudar" su enojo a la 234, haciendo partícipes involuntarios a cientos de personas que nada tenían que ver con el conflicto.
Turistas y residentes fueron sorprendidos por el piquete a la altura del puente sobre el río Curruhué, lo que afectó en particular a la vecina San
Martín, ya que quedó interrumpida la vinculación de esa ciudad con la ruta 40 (por Rinconada) y el camino hacia y desde la capital provincial.
El dato no es menor, porque si bien la protesta se originó en Junín, la más perjudicada resulta ser San Martín de los Andes, donde se asienta el grueso de los turistas por estas fechas. En cambio, Junín, que también recibe a muchos visitantes veraniegos, mantuvo abierta su vinculación hacia Rinconada y la ruta 40.
La protesta fue organizada por la dirigencia zonal de ATE. La secretaria Soraya Abraham, que ayer estaba al frente del piquete, dijo a este diario que la medida es consecuencia de la falta de respuesta de las autoridades, ante compromisos ineludibles y firmados por el propio estado municipal. Se trata del pago de los reescalafonamientos convenidos por estatuto del empleado municipal, así como el cobro del aguinaldo, que el intendente Rubén Campos ya declaró no estar en condiciones de enfrentar si no es con la ayuda del gobierno provincial.
Precisamente, ayer viajaron a la capital neuquina un grupo de concejales, en un intento por obtener fondos que permitiesen destrabar el conflicto.
Junín de los Andes tiene un déficit mensual de 510.000 pesos, un bajo porcentaje de recaudación propia y tasas que no se actualizan desde 2006.
Su dependencia de la coparticipación (que deposita la provincia) y de los Aportes del Tesoro no reintegrables, es extrema.