Si algo le faltaba a la extraña relación entre Lionel Messi y los hinchas argentinos era el alocado festejo suyo tras convertir el gol del triunfo del Barcelona sobre Estudiantes (2-1), en alargue de la final mundialista de Abu Dhabi.

Pero, ¿qué tiene que ver su historia con el Barcelona y la suya con la selección argentina? En la muy susceptible relación Messi-aficionados argentinos, tiene que ver.

Los hinchas de Estudiantes fueron los primeros en reaccionar contra Messi. Las pintadas en los muros platenses hicieron punta. A ellos se sumaron en distintos sitios de Internet muchos otros que no eran "pinchas", pero que sienten que el crack rosarino no entrega lo mismo cuando se pone la albiceleste, que cuando se calza la blaugrana.

Si algo le faltaba a esta selección argentina era que su máxima figura sea cuestionada por sus propios hinchas. ¿cómo es que llegamos a eso? ¿cómo es que mientras el resto del mundo se rinde ante sus jugadas, aquí lo miramos de reojo? El mal año del equipo de Diego Maradona y el pánico a una eliminación del Mundial se llevaron puesto todo. Incluso a Messi.

La aparición allá lejos, en Barcelona, de un argentino que la rompía en las inferiores del Barça, y que podría llegar a tratarse del mismísimo sucesor de Maradona desubicó a todos. ¿Acaso el heredero del "10" no debía germinar en algún potrero de por acá nomás? Su actitud distante, su formación europea? algo en él nos resulta ajeno, definitivamente.

Alejado de la demagogia tribunera de muchos futbolistas argentinos, Messi encarna el espíritu libre del modo argentino de jugar a la pelota. Ya es hora de que lo veamos de una buena vez.

Sobre todo porque un Mundial espera a la vuelta de la esquina.

JUAN MOCCIARO