Martes 22 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Prisión perpetua para el asesino de Agostina
La Cámara de Cipolletti no dudó de su autoría. La familia de la víctima, conforme con el fallo.

CIPOLLETTI (AC).- "Condenar a Alex Hernán Velásquez Barrientos a la pena de prisión perpetua por considerarlo autor material del delito de homicidio calificado por ser realizado con ensañamiento y alevosía", leyó el presidente del Tribunal, Pablo Repetto, y la sala estalló en un aplauso. La sentencia fue condenatoria y con la pena máxima, como esperaba la acusación.

Los jueces de la Cámara Segunda en lo Criminal tampoco dudaron de la responsabilidad ni de la imputabilidad del único sospechoso por el crimen de Agostina Mazzina (17). Ellos también dijeron que Velásquez Barrientos "pudo comprender la criminalidad de su actuar y dirigir sus acciones", contrariamente a lo que planteó la defensa, que tanto en la instrucción como en la etapa de alegatos, intentó demostrar que "Chucky" actuó producto de una "lluvia psicótica" y que por lo tanto era inimputable.

El fallo se leyó ayer al mediodía ante una sala de audiencias repleta de compañeros de colegio, familiares de Agostina, allegados de víctimas de otros casos, funcionarios y periodistas. El acusado fue llevado a los Tribunales pero prefirió una vez más no estar presente en la sala. Tampoco compareció Alejandro Silva, el defensor oficial que lo asistió.

Repetto leyó primero la parte resolutiva y luego los considerandos para quienes quisieron permanecer en el recinto. Ya en el segundo párrafo de su voto, que fue el primero, anticipó la decisión: "adelanto que la prueba en su contra es abrumadora. Se pudo constatar fehacientemente la presencia del imputado en el lugar del hecho al momento de su acaecimiento", dijo.

En este sentido destacó "el excelente trabajo" del gabinete de Criminalística de Cipolletti, que levantó rastros en la vivienda de la víctima, donde se halló una huella dactilar en el marco del ventiluz que daba a la habitación de Agostina, además de rastros de sangre sobre el tejado. La pericia papiloscópica dio "19 puntos de coincidencia siendo suficientes 12 puntos para arribar a una certidumbre inobjetable", mientras que el rastro de sangre arrojó "99,99% de probabilidad de identidad para huella genética (ADN) de Velásquez Barrientos".

Valoraron también los dichos del plomero que contrató al imputado para hacer una "changa" en la casa de los Mazzina y luego en una obra ubicada enfrente. Daniel Calfupán contó que conocía a "Chucky" de la iglesia y que los chicos del templo lo llamaban así porque "hacían el juego de los vasos y como que se endemoniaba, decían que él tenía poder y que cuando aparecía quedaba todo tranquilo".

Rescataron los jueces además que, según Calfupán, en una ocasión "Alex quiso asaltar a una señora con una navaja" en la puerta de la iglesia; que prefería "trabajar en la vereda" cuando estaba en la obra de enfrente (de allí veía los movimientos de la casa de los Mazzina); y que le manifestó que estaba "enamorado" de la joven.

Estas fueron las principales pruebas que consideró el tribunal para concluir que el 31 de enero de 2009, a las 4 de la madrugada, Velásquez Barrientos arribó al domicilio ubicado en Pueyrredón 151 de Fernández Oro, ascendió al tejado, retiró las hojas de una de las ventanas de la parte superior, desde donde se deslizó hacia el interior de la habitación en la que dormía Agostina. "Con ensañamiento y alevosía, aprovechándose del estado de indefensión de la víctima, le asestó gran cantidad de puñaladas con un cuchillo, provocándole más de 25 heridas en distintas partes del cuerpo, interesándole una de ellas la arteria carótida produciéndose minutos después la muerte de la menor por hemotórax agudo. Luego de lo cual Velázquez Barrientos escaló la pared del cuarto para salir por el mismo lugar que había ingresado, y se retiró de inmediato".

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