VIEDMA (AV).- La implementación de la Ley de Salud Mental de Río Negro sigue mostrando falencias ante la falta de recursos. Las lesiones graves sufridas por un paciente del hospital Zatti tras ser golpeado por otro de Salud Mental aumentó la tensión que se advertía con las actitudes de este hombre que se dedicó a la práctica boxística. Para descomprimir la situación y ante un pedido judicial, Salud dispuso trasladar al paciente a una casita de medio camino que dependen de Salud Mental y que se encuentran en un barrio de esta capital.

En los últimos meses este paciente agredió a más de una persona en el mismo hospital y generó que el personal planteara resistencias para que continuara internado allí.

La fractura del maxilar de un joven a quien golpeó y a los pocos días otra agresión física a una empleada del nosocomio fue el desencadenante para que desde la dirección del Zatti se formulara un planteo, reclamando la externación judicial de este hombre. Se habría fundamentado que el servicio de Salud Mental del nosocomio no acordaba con el dictamen de inimputabilidad, debido a que en estos casi dos años de internación hospitalaria el paciente se presentó lúcido, ubicado en el tiempo y espacio.

En diciembre de 2007 el exjuez penal Pedro Funes dispuso la internación de este hombre que llegó a Tribunales con la acusación del delito de amenazas y a quien una pericia psicológica lo declaró inimputable. Ante esta circunstancia y en el marco de la Ley, la Justicia no puede ordenar su detención sino la internación. Es entonces cuando la Justicia consulta a Salud para que el ministerio indique en que lugar se debe cumplir con la disposición.

En este caso el lugar indicado fue el hospital Zatti, desde donde con posterioridad se informó que el paciente no ocasionaba inconvenientes hasta el mes pasado. Ante el pedido de externación hospitalaria reclamada y fundamentada desde el nosocomio viedmense el juez penal, en este caso Juan Bernardi, ordenó una nueva pericia al Cuerpo Médico Forense que evaluó que el paciente presenta una patología de base orgánica provocada por meningitis y reiterados traumatismos producto de su actividad boxística, lo que le impide dirigir sus acciones resultando consecuentemente peligroso para sí y para terceros.