Un estudio sobre el anuncio reciente del gobierno para pagar deuda externa de 2010 con reservas del Banco Central asegura que es "un impuesto inflacionario", vinculando en un ciclo económico negativo a la elevada inflación, la devaluación del peso frente al dólar, los excedentes del Banco Central y el creciente déficit fiscal del Estado argentino.
El informe del centro de estudios económicos y sociales IDESA, publicado ayer señala que "la idea de utilizar reservas para financiar el Tesoro no es nueva y era predecible en un país que, en la mayor parte del segundo centenario, se ha caracterizado por envilecer la moneda para financiar los excesos de gasto público".
IDESA sostiene, en bases a los últimos datos del Banco Central, que "la inflación obliga a devaluar y la devaluación genera "reservas de libre disponibilidad" que son las que permiten cubrir el déficit fiscal que, a su vez, genera más inflación".
Entre otro puntos negativos, seala que al realizar el anuncio del Fondo del Bicentenario, el gobierno nacional "nuevamente modificó una ley sancionada por el Congreso a través de un decreto" ya que el Decreto 2010 que crea el fondo "modifica la Ley de Convertibilidad (todavía vigente) en la parte que establecía que el Banco Central no podía utilizar reservas para pagar deuda del Tesoro Nacional", explica.
A través de un ejercicio numérico se puede ilustrar la mecánica que impone el decreto. Según el Banco Central se tiene que:
? Las reservas en dólares del Banco Central ascienden a U$S 46.804 millones.
? La base monetaria -que, en términos muy simplificados, es el circulante de billetes y monedas en poder del público- alcanza a la suma de $109.548 millones.
? Es decir que, a un tipo de cambio de $3,8, al Banco Central le bastaría con vender U$S 29.000 millones para absorber todo el circulante en pesos. Las "reservas de libre disponibilidad" serían, al tipo de cambio actual, U$S 18.000 millones.
Estos datos permiten mostrar que en un contexto de inflación es muy fácil aumentar las "reservas de libre disponibilidad" medidas en términos de pesos.
Si en el 2010 la inflación ronda el 20% y el Banco Central induce un aumento del tipo de cambio llevándolo a, por ejemplo, $ 4,2 por dólar, automáticamente se genera un aumento de las "reservas de libre disponibilidad" de $68.300 millones a $87.000 millones. Se trata de un aumento de "recursos públicos" de $18.700 millones que se generan por el sólo hecho de devaluar para compensar la inflación".
Por este motivo, el estudio de IDESA concluye que "El Fondo del Bicentenario constituye un artilugio contable que le permite al Estado apropiarse de recursos en base a cobrar impuesto inflacionario a toda la población. En la Argentina el déficit fiscal lleva a inflación. Con inflación, necesariamente hay devaluación. Con devaluación, se aumentan las "reservas de libre disponibilidad" medidas en pesos que son las que el decreto habilita a utilizar para cubrir los desequilibrios del Tesoro Nacional. Se trata de una diferencia sustancial con los países desarrollados donde el déficit es financiado por ahorro voluntario de las familias. En Argentina, como las familias no prestan voluntariamente sus ahorros al Estado, el Estado apela al impuesto inflacionario", concluye el texto.