Sandro sigue batallando por su vida y a un mes del triple trasplante cardiopulmonar que se le practicó en el Hospital Italiano de Mendoza atraviesa una nueva fase de recuperación. 

"Es cuestión de esperar una semana más o diez días y la cosa se va encaminar, pero es cuestión de esperar", dijo este mediodía Sergio Perrone, cardiólogo personal del astro. 

El médico que integra el nutrido equipo que asiste al popular cantante sostuvo sin vueltas que Roberto Sánchez, de 64 años, "sigue en estado crítico", pero aportó datos acerca de la posibilidad de estabilizar su cuadro. 

"Lo esencial -detalló- es controlar la bacteria que lo aqueja, que es mutante y que va generando un cuadro infeccioso. Cumplida esa meta, el próximo paso sería extubarlo". 

Sin cuadro febril y aferrado a un ánimo templado con que apuesta a la vida, el artista lleva un par de días sin fiebre por lo que Perrone consideró que "eso es bastante satisfactorio en un paciente de tan algo riesgo como era él". 

"Luego de las complicaciones y problemitas que ha tenido es algo realmente muy alentador y pensamos en un muy buen pronóstico", insistió el profesional. 

La reflexión avalada en el intenso y dedicado trabajo de los médicos vino a cuenta de las intrincadas jornadas que el "Gitano" vivió desde la intervención de cinco horas de duración que se le practicó el 20 de noviembre pasado. 

Con altibajos, el autor de "Dame fuego" y "Rosa, Rosa" fue desarrollando una sostenida mejoría en su estado, hasta que el viernes de la semana anterior volvió a ingresar en una zona delicada. 

El aumento de la temperatura, una situación de desnutrición a causa de lo dificultosa que resulta su alimentación y una pequeña lesión en el bronquio izquierdo, empujaron a los médicos a practicarle una traqueotomía que Sandro prefería evitar por temor a que afectara sus cuerdas vocales. 

Ese fin de semana crítico parece, una semana después, sólo una lejana referencia ante la nueva mejora general que experimenta el artista nacido el 19 de agosto de 1945. 

Aunque todavía permanece en la sala de terapia intensiva, el creador que es un ícono para sus "chicas" de varias generaciones ha logrado retomar los ejercicios kinesiológicos, permanece varias horas sentado en la cama en compañía de sus familiares, ha vuelto a ver televisión y empezó a alimentarse de manera normal. 

Como un buen ejemplo de esta tendencia, ayer pidió comer un omelette y pudo observar el partido de fútbol que por la final del Mundial de Clubes enfrentó a Estudiantes de La Plata con el Barcelona. 

En esa senda, este mediodía festejó almorzando lasagnas en compañía de su esposa Olga Garaventa. 

"La evolución es buena, solo está con un poco de dolor de garganta y una pequeña micosis que suele aparecer en los pacientes que están inmunosuprimidos y que es frecuente en los trasplantados. Pero es algo que se soluciona en forma bastante sencilla", detalló hoy Perrone.

El médico que acompaña al ídolo desde los meses previos a su operación, comentó a la prensa que para que Sandro "pueda comer el asado que tanto quiere tendrá que esperar un tiempo". 

"Ya va a llegar el asadito del domingo. Falta poco tiempo, mientras tanto está haciendo ejercicios de deglución con la quinesióloga", dijo Perrone. 

"Está bastante animado, con la familia, con los enfermeros, charla y hace ejercicios y se mantiene activo y con buen carácter", resumió acerca de esta renovada prueba de carácter del vocalista que sigue librando una increíble pelea por su vida.

Télam.