Estudiantes estuvo a dos minutos de la gloria, pero el poderoso Barcelona le igualó el partido sobre el final y en el tiempo suplementario Lionel Messi le dio al equipo catalán el título del Mundial de Clubes, el único que le faltaba en sus vitrinas.

La desazón del Picha es realmente entendible si se tiene en cuenta que se puso arriba en el marcador a los 37 del PT por intermedio del implacable Mauro Boselli y que aguantó los embates del mejor equipo del planeta hasta los dos minutos finales, cuando el canterano Pedro puso la igualdad y activó el drama.

Fueron a tiempo extra y La Pulga le ganó el duelo de celebridades a JS Verón cuando en el minuto cuatro del segundo suplementario se zambulló en el área e impulsó a la red el balón con el pecho. Estudiantes estuvo a las puertas de darle forma a una de las dos epopeyas más grandes de su historia, después de la Copa Intercontinental que obtuvo en 1968 al ganarle al Manchester United en Inglaterra.

Así, Barcelona, redondeó el año más glorioso de su rica historia, ya que además obtuvo la Liga española, la Copa del Rey y la Champions League.

Estudiantes jugó con mucha inteligencia en el primer tiempo, en el que hizo sentir incómodo a su calificado rival, y en la etapa final se dedicó a resistir los continuos ataques del Barça. Lejos de refugiarse en su campo, los dirigidos por Sabella salieron a jugarle de igual a igual al equipo del momento, que se vio sorprendido por tanto presión.

La apertura llegó a los 37, cuando Juan Manuel Díaz mandó un gran centro desde la izquierda y Boselli ganó de cabeza ante Eric Abidal y Carles Puyol.

Antes, Estudiantes había estado cerca con una entrada de Enzo Pérez que anticipó Víctor Valdés y el Barcelona había inquietado con dos incursiones mal resueltas por Xavi Hernández.

Tras el descanso, Josep Guardiola mandó a la cancha a Pedro y su equipo salió decidido a arrinconar a un Estudiantes que, a diferencia de lo que había hecho en la etapa inicial, cometió el error de querer aguantar el partido. El Pincha se defendió como pudo y Bacelona le generó seis situaciones de gol.

Sin embargo, parecía que el arco de Damián Albil finalizaría en cero, hasta que Pedro puso la cabeza a los 43 y fueron al suplementario. A esa altura ya estaba en cancha Jeffren, un juvenil de la cantera del Barcelona que tenía apenas cinco partidos en Primera y que resultó desequilibrante con su gambeta en velocidad.

Barcelona seguía forzando en ataque y Estudiantes, exhausto físicamente, se refugió. Sobre los 4 del STS Messi le puso el pecho a un centro de Dani Alves y le dio el título a su equipo. Estudiantes casi lo empata con un cabezazo de Desábato en el último minuto, pero Barcelona no merecía ir a los penales porque fue el mejor.