"Me siento un sobreviviente al que se le amplió el mundo", confió Nito Mestre quien tras cinco años concretó un atractivo regreso a bateas con "Flores en Nashville", resumen de su presente artístico que reúne un ep grabado en esa ciudad estadounidense y un dvd con 13 clásicos de su repertorio en formato sinfónico que registró en San Juan.
Nito comentó en diálogo con Télam que "me siento un sobreviviente porque en 1997 casi me muero por problemas con el alcohol, pero después de seis días en terapia intensiva, llegué a esta nueva vida en que se me amplió el mundo y tengo ganas de hacer esto y más cosas".
El artista comparó el período que atravesó con la actualidad de su amigo Charly García que "está fenómeno, súper enfocado y sigue por el buen camino de la rehabilitación".
"Estuve con él desde que llegó al Argerich y luego lo acompañé en el Dharma, en el Abril, en la quinta de Palito (Ortega) y hasta grabamos juntos porque lo siento más parecido al que era el Charly original", enumeró.
También en clave actual y acerca de "Flores en Nashville", resumió que "juntar el ep y el dvd, dos materiales que tienen fecha y formatos distintos, terminó teniendo un sentido y se armó un trabajo muy amoroso y muy emotivo".
El músico, autor y cantante que desde los 70 es una de las voces esenciales del rock argentino, concedió que "esperé para sacar el dvd a tener algo nuevo porque no quería que, como siempre, digan que sigo haciendo cosas viejas".
Más allá de la ironía y el reproche, las "cosas viejas" que Nito propuso en el dvd son un logrado recorrido por bellas canciones como "Confesiones de invierno", "Cuando comenzamos a nacer", "Mientras no tenga miedo de hablar", "Rasguña las piedras" y "Bienvenidos al tren" que compartió con la Orquesta Sinfónica de San Juan y su Coro Universitario, bajo las batutas de Alberto Velasco y Ricardo Ochoa.
"Son temas clásicos tocados con orquesta. Es algo muy divertido y rico que permite apreciar lo que son esos temas", resaltó sobre el trabajo registrado en el auditorio Juan Victoria.
Por si ese documento que sueña con poder seguir abordando con otras sinfónicas ("porque es algo facilísimo: tenemos los temas, los arreglos y el director", repasó), no bastara, el creador le adosó un certero material nuevo integrado por cuatro canciones.
"Flores en el mar", "My Dear", "Naomi" y "Beso en la nariz", "están dedicados a la mujer y son guitarrísticos", los presentó Mestre al reflexionar sobre ese cancionero.
"Es un disco en el que me di todos los gustos y es algo que significa una vuelta a las fuentes y que, a la vez, queda para el tiempo", subrayó antes de revelar que el concepto que desplegó para su hechura fue "algo Beatle, algo de simpleza y economía de sonidos", según dijo.
El bello "Flores en el mar" que dedica a su madre, fallecida en 2007, implica para el músico "la posibilidad de que mi vieja siga circulando, que sea alguien presente que queda para siempre".
Con el mismo emocionado entusiasmo, confesó que "la presencia protagónica del violín en esa canción también tiene un sentido porque mi papá Eduardo era médico cirujano pero había sido profesor de violín y es como que mi papá toca el violín en el tema que le hice a mi vieja".
Sin abandonar la trinchera del rock, aseguró que "de lo que se escucha no me gusta casi nada. Grupos como Callejeros o de ese estilo, en otro tiempo ni podrían haber grabado".
Capaz de equiparar este presente con el de la camada que forjó aquella música nueva, opinó que "éramos menos pero muy tercos y nos juntábamos mucho". (Télam).