ROCA (AR).- Llegan las Fiestas y, como todos los años, aparece la preocupación por las innumerables lesiones que sufren muchos a causa del mal uso de pirotecnia, el excesivo consumo de alcohol y por los corchos que se transforman en peligrosos ´proyectiles´. Por esto, especialistas advierten, como en cada buena oportunidad que se presenta, los recaudos que hay que tomar para evitar que, en sólo cuestión de segundos, la alegría se transforme en un fuerte dolor de cabeza, o a veces algo peor.
Los accidentes provocados por conductores que circulan en estado de ebriedad, son una constante en Navidad y Año Nuevo. Por ello "es muy importante que las personas que tomen, no manejen o que siempre haya alguien que no beba y se encargue de conducir", remarcó Daniel Aroca, jefe del servicio de emergencias del hospital López Lima de esta ciudad. Parece obvio, porque el alerta se repite hasta el cansancio, pero las consecuencias por desgracia no van de peor a mejor. A la luz de los hechos, todo lo contrario.
El alcohol puede provocar, entre otras cosas, "depresión de la conciencia", "pérdida de los reflejos", "paros respiratorios y cardiovasculares", y también "es un detonante de riñas que pueden terminar muy mal", indicó Aroca, quien viene trabajando hace más de 10 años en la guardia local.
Los cohetes y petardos encendidos con descuido también son motivos de severos accidentes, que en muchas ocasiones provocan discapacidades crónicas en las víctimas, las cuales en su mayoría son niños o jóvenes que no superan los 40 años. Por eso, la advertencia es clara y única: que los chicos ni siquiera tengan acceso a la pirotecnia. Hay algunos elementos "para niños", se indicó, como el tradicional "chasquibun" pero "es responsabilidad de los adultos que sus hijos no sufran lesiones", se indicó.
En estos días festivos siempre llegan a la guardia jovencitos con amputaciones de dedos, quemaduras o algún tipo de lesión visual, manifestó el referente de emergencias del López Lima. Lamentablemente es común.
Pero no son los únicos, también las mascotas sufren, por eso vale la pena tomar mínimos recaudos. (Ver aparte)
Desde el hospital roquense se recomendó ser "muy cuidadoso y precavido" cuando se encienden petardos, principalmente porque muchos de ellos no están autorizados para ser comercializados o las explosiones que producen tienen demasiada potencia.
Además de las heridas físicas, el médico sostuvo que las víctimas muchas veces padecen "trastornos psicológicos que duran para toda la vida".
Los corchos también son elementos que se constituyen en peligrosas armas en estas noches. "Pueden producir traumatismos oculares muy severos y hasta provocar ceguera total", afirmó Fernando Maidana, oftalmólogo de esta ciudad. Una botella de champagne, explicó el especialista, debido a que tiene un alto contenido de dióxido de carbono, tiene una presión que triplica a la de una cubierta de auto.