Sábado 19 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
Los restos de Lorca no están donde los buscaban
La excavación fue un fracaso: no se encontró nada. Fue ejecutado durante la Guerra Civil Española.

MADRID (AP)- Un estudio científico divulgado ayer desmintió la teoría histórica comúnmente aceptada sobre el paradero del cuerpo de Federico García Lorca y envolvió en un halo de misterio la muerte del poeta español.

Hasta ahora, los historiadores creían mayoritariamente que Lorca fue fusilado en 1936 por las tropas del general Francisco Franco y enterrado junto a otras tres personas en una fosa común en Alfacar, cerca de su Granada natal.

Después de dos meses de minucioso y exhaustivo trabajo arqueológico en la zona, el gobierno regional de Andalucía reconoció que en el parque de Alfacar no hay nada: ni un solo resto humano, ni ropa ni siquiera un casquillo de bala.

"Hemos situado la historia con los argumentos de la ciencia y no de la especulación´´, dijo la consejera de Justicia andaluza, Begoña Álvarez.

"Tenemos la evidencia científica de que nunca hubo enterramientos en la zona´´.

La pregunta sigue en el aire más de 70 años después. ¿Dónde está Federico García Lorca? Algunos historiadores dicen que el poeta sí está enterrado en Alfacar, pero quizá en otro punto.

Una vieja teoría sostiene que la familia de Lorca desenterró el cadáver días después del fusilamiento en Alfacar y lo trasladó a una casa familiar prometiendo guardar el secreto para siempre.

Más recientemente, un nuevo libro apunta que milicias franquistas exhumaron el cuerpo y lo enterraron en un lugar desconocido para ocultar lo sucedido.

Ícono de la Generación del 27 y autor de obras como "Poeta en Nueva York´´ y "La casa de Bernarda Alba´´, las trágicas circunstancias que rodearon su muerte convirtieron a Lorca en un símbolo de las miles de víctimas del franquismo durante la guerra civil española (1936-1939) y la dictadura.

El pasado septiembre, el gobierno andaluz aprobó un protocolo para proceder a las exhumaciones de cuerpos enterrados en las fosas comunes, en su mayoría del bando perdedor republicano, en esta región del sur español.

Los herederos de Lorca se opusieron al proceso, pero familiares de las tres personas que supuestamente fueron fusiladas y enterradas junto al poeta -el maestro de escuela Dióscoro Galindo y los toreros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas- sí pidieron recuperar los cadáveres de sus seres queridos.

La teoría histórica situaba la tumba de Lorca en un punto concreto entre las localidades granadinas de Víznar y Alfacar, en el que precisamente un monolito recuerda la figura del poeta.

Dos meses después, según el informe de los expertos, el ejecutivo andaluz concluyó que en esa zona no hay rastro de Lorca, Galindo, Arcollas y Galadí y anunció el final de los trabajos de excavación.

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