Estudiante intentará esta tarde conseguir la hazaña de superar a Barcelona de España, quizás el mejor equipo del mundo, en la final del Mundial de Clubes que se disputa en Emiratos Árabes Unidos.
El partido, que se jugará en el estadio Bin Zayed de la ciudad de Abu Dhabi y será arbitrado por el mexicano Benito Archundia, comenzará a las 13 (hora argentina) y será televisado en directo por Fox Sports.
El conjunto platense, tetracampeón de América, irá en busca de su segundo trofeo mundial luego de haber sido campeón intercontinental en 1968, en aquella recordada final ante Manchester United, y de dos subcampeonatos mundiales, en 1969 y 1970.
La historia, nuevamente, se pone enfrente de Estudiantes, lo amenaza y lo seduce. Delante suyo está el poderoso equipo español de Lionel Messi, Zlatan Ibrahimovic y Xavi.
Pero también en sus narices está la copa del mundo de clubes, que sería el corolario ideal para un año glorioso para el equipo platense tras la obtención de la Copa Libertadores.
Cómo jugarle al mejor
El planteo que propondría Alejandro Sabella no parece muy ambicioso, más allá de que se trabajó mucho en la presión en el campo contrario. Juan Manuel Salgueiro volvió a trabajar en forma diferenciada y su ausencia provocará que el entrenador Pincha imponga un esquema con una línea de cuatro, cinco volantes y un punta.
El jueves Sabella probó con Clemente Rodríguez de volante por derecha y ayer lo bajó a la posición de lateral, pasado Cristian Cellay, quien ingresará por Maximiliano Núñez, a la posición de central.
Durante las últimas horas se planteó qué debería hacer Estudiantes para ganarle a Barcelona, siendo la primera respuesta y la lógica, jugar mejor.
En Barcelona no jugará Andrés Iniesta, el motor del mediocampo catalán, por un desgarro en el muslo izquierdo. Como contrapartida, habría dos regresos pesados: será titular Messi por Pedro y jugaría el francés Thierry Henry por Iniesta.
El equipo blaugrana, que este año ganó la triple corona al obtener la Liga, la Copa del Rey y la Champions League, irá por el único título que falta en sus vitrinas, ya que perdió en 1992 la Intercontinental ante el San Pablo de Telé Santana (2-1 en Tokio) y en 2006 la final del Mundial de Clubes ante Inter de Brasil (1-0 en Yokohama).
