Los investigadores creen que el conocimiento de las mutaciones de las células cancerosas podría en el futuro ayudar a encontrar formas de prevenir el mal. "Al identificar todos los genes de cáncer seremos capaces de desarrollar nuevos medicamentos que se dirijan a los genes mutados y determinar qué pacientes se beneficiarán de los nuevos tratamientos», añadió Campbell
Se sabe que las mutaciones genéticas que conducen al cáncer ocurren años antes de que el tumor se haga aparente. Los científicos también han podido observar los intentos que el ADN lleva a cabo para defenderse del daño provocado por agentes tóxicos como el humo de tabaco o el daño de la radiación ultravioleta.
"Nuestras células luchan de forma desesperada para reparar el daño -dice el profesor Stratton- pero a menudo pierden la batalla".
Ahora, con el estudio de los mapas detallados del cáncer, los investigadores creen que es muy posible poder descubrir cuáles son los factores de estilo de vida y del medio ambiente que provocan el desarrollo de tumores en el organismo. (Fuente: BBC)