NEUQUÉN (AN)- Fabián Carlos Pincheira recibió ayer su tercera condena, la segunda por homicidio, al ser declarado culpable del asesinato de Sergio Cuerchi ocurrido en marzo pasado en el barrio Confluencia.
Al término de la lectura de la sentencia que condenó a Pincheira a 12 años de prisión, tres mujeres que serían allegadas o familiares de él tomaron a golpes a otra joven que habría sido pareja de la víctima.
La pelea, con abundantes promesas de muerte, se produjo en la vereda de la Cámara y con mucho esfuerzo los policías de guardia lograron separarlas.
Según el fallo unánime que dictaron los jueces José Andrada (autor del voto principal), Emilio Castro y Héctor Dedominichi (adhirieron sin argumentos propios), el crimen se produjo el 13 de marzo de 2009 en la calle Tres Arroyos, entre Tronador y Paimún.
Al parecer hubo un incidente entre Cuerchi (25 años), quien se encontraba ebrio, y una hermana de Pincheira.
La mujer llamó por teléfono al imputado, quien llegó al rato y discutió con Cuerchi. Del intercambio de insultos pasaron a los golpes de puño, hasta que Pincheira extrajo un cuchillo con el cual le aplicó una profunda puñalada a su rival.
Según la autopsia, la hoja del arma blanca penetró 19 centímetros en el cuerpo de la víctima: ingresó por el quinto espacio intercostal izquierdo y le perforó el corazón.
Después, indica la sentencia difundida ayer, arrastró el cuerpo ya sin vida hasta un desagüe paralelo a la calle Tres Arroyos donde lo encontró horas después un operario del EPAS.
El fiscal Alfredo Velasco Copello basó su acusación contra Pincheira en la declaración de testigos que según el fallo "declararon con temor, y uno de ellos por momentos temblaba".
Para el defensor oficial José Cartolano, esos testigos "mienten descaradamente" y podrían ser los verdaderos autores del crimen. La sentencia lo descartó.
En cuanto a la pareja de la víctima, la investigarán por presunto falso testimonio ya que primero incriminó a Pincheira y en el juicio oral lo benefició diciendo que no había visto nada. Los jueces no le creyeron, aunque no descartaron que haya cambiado su versión por miedo.
Al momento de fijar el monto de la pena a cumplir el acusado, los magistrados tuvieron en cuenta "la poca entidad del motivo que lo determinó a delinquir, la innecesaria intensificación de la violencia física y la desaprensión demostrada al cometerlo delante de terceras personas, incluso arrastrando el cuerpo hacia el desagüe próximo. No puede ignorarse además las reincidencias en las que incurrió el autor", agrega el fallo, en alusión a que "registra incluso una condena por homicidio impuesta por este mismo tribunal" y otra por un delito que no se informó.