La polémica y los cruces entre el Grupo Clarín y el Gobierno por la Ley de Radiodifusión sigue alimentándose. Luego de que el juez Eduardo Carbone vetara el miércoles dos artículos, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salió ayer a cuestionarlo. Consideró que el fallo "es llamativo" porque está a punto de jubilarse y reveló que "sufrió altísimas presiones" del grupo mediático.
"Es llamativa la falta de ética del doctor Carbone que, a quince días de haber presentado su renuncia al cargo, se aboca a un tema para el cual no es competente; es llamativo y preocupante", dijo el habitual vocero K, quien confirmó que el magistrado está renunciado desde el 6 de noviembre pasado.
Señaló, además, que "gente del juzgado que trabaja con el doctor Eduardo Carbone dice que el juez tuvo una presión altísima del Grupo Clarín". "Estamos cansados de ver a personajes de estas características. Nadie hubiera firmado una medida así. Este juez no tiene competencia", disparó.
En la misma línea que Fernández, el ministro de Justicia y Seguridad, Julio Alak, afirmó que "la resolución dictada por el juez Edmundo Carbone, haciendo lugar a una presentación judicial de inconstitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, es "sorprendentemente extraña y seguramente será revocada por una instancia judicial superior", al tiempo que anticipó que el Gobierno apelará la medida.