CIPOLLETTI (AC).- El municipio cipoleño endurece los controles para evitar infracciones a los nuevos códigos de Tránsito y de Comercio. Por un lado, inhabilitó por 30 días a un conductor que no acató una orden del inspector y le labró una multa de 1.100 pesos, y por el otro clausuró en forma preventiva un kiosco donde se detectó la venta de alcohol y pirotecnia.
Si bien la inhabilitación -la primera vez que se aplica- es para conducir dentro del ejido local, en términos concretos el conductor no podrá manejar tampoco en otras jurisdicciones porque tuvo que entregar la licencia cuando fue notificado de la sanción.
Según informaron desde el juzgado de Faltas, el infractor no podrá recuperar su carné hasta el 1 de febrero. En caso de que se lo encuentre manejando durante este período se le secuestrará el vehículo y se le aplicará una nueva multa, más rigurosa.
El hecho que motivó la sanción fue hace un mes, cuando el conductor no cumplió con lo solicitado por el inspector en un operativo y mantuvo actitudes que motivaron la presentación de una denuncia en el juzgado de Faltas.
En tanto, desde la secretaría de Fiscalización y Organización Interna también informaron que personal municipal del área clausuró un kiosco del barrio Don Bosco donde se constató la venta de alcohol y pirotecnia.
La denuncia fue recibida en la Central de Emergencias 109 y el procedimiento se realizó el miércoles por la tarde. Se especificó que los kioscos tienen prohibida la venta de bebidas alcohólicas, mientras que en el caso de la pirotecnia, todavía no está abierto el período de comercialización.
Finalmente, también comunicaron que otro grupo de inspectores sufrió una presunta agresión del conductor de un vehículo no habilitado que transportaba harina, pan y derivados. La situación fue ayer a la mañana, en la intersección de La Esmeralda y Venezuela.
Cuando el personal de la municipalidad procedió a labrarle el acta correspondiente, el conductor "forcejeó y se dio a la fuga en el vehículo".