Martes 15 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Sociedad
Joven murió por presunta bala perdida en Patagones
Es la única hipótesis que hasta ahora explicaría el homicidio de Nicolás Mardones, un estudiante de Viedma.

PATAGONES (AV)- Un joven de 19 años cayó mortalmente herido de bala en plena vía pública de Patagones. Fue pasadas las 19 de ayer cuando el muchacho junto con una compañera de estudios de la escuela de Arte de Patagones se tomaron un respiro tras varias horas de estudio.

Según se supo habían pasado por un kiosco para continuar la caminata hacia la costa del río con la intención de despejar la mente y luego regresar a la casa de la joven.

De repente se escuchó un estampido y el joven cayó ensangrentado. La desesperación embargó a su compañera y a los vecinos del lugar, muchos de los cuales estaban en la verdad. Todos coinciden en que escucharon un disparo y luego los gritos desesperados de la jovencita tratando de auxiliar a Nicolás Cambareri Mardones, de Viedma.

El estupor se apoderó de los testigos ocasionales y de los vecinos de las inmediaciones de la intersección de Perito Moreno y Fourmantin del barrio Lindo y El Bañado de la vecina ciudad maragata, a unas 12 cuadras de la costanera. Este es un sector residencial, tranquilo y con una importante circulación de vehículos por ser una vía de paso hacia la ciudad maragata.

Hasta el cierre de esta edición todo era motivo de investigación. Una bala perdida era la única explicación que se podía barajar pero la búsqueda policial era intensa por toda esa zona a los efectos de encontrar al autor del disparo. De ser ese el caso, igualmente existió una irresponsabilidad criminal de quien apretó el gatillo en zona poblada con el riesgo cierto de causarle la muerte a alguien como sucedió.

Según trascendió la bala habría ingresado en el cuello por debajo del maxilar. En un segundo el jovencito quedó tendido en el piso ensangrentado y sin vida.

De acuerdo a lo trascendido el padre del jovencito se encontraría en Chile, donde habría nacido Nicolás.

Anoche mientras se le practicaba la autopsia en el hospital Pedro Ecay de Patagones, la madre del joven se encontraba en la comisaría bajo un estado de shock acompañada de familiares y amigos. En tanto los efectivos de la comisaría de Patagones, con personal de la Brigada y de la Policía Científica y la Fiscal continuaban el rastrillaje del área, tratando de encontrar una señal que indique una dirección a seguir. En el caso que se confirme la hipótesis de la bala perdida no será fácil llegar al autor del disparo, teniendo en cuenta que un proyectil calibre 22 puede recorrer hasta 1.500 metros, según peritos.

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