Lionel Messi no se entrenó ayer con sus compañeros del Barcelona y se quedó en el hotel trabajando, por lo que sigue siendo duda para el partido de mañana contra el Atlante mexicano en una de la semifinales del Mundial de Clubes.
La Pulga padece un fuerte esguince de tobillo que ya le hizo perderse el partido del sábado ante el Espanyol, de la Liga española, finalizado con triunfo azulgrana por 1-0. Los médicos del Barcelona reclaman prudencia y no es probable que Messi actúe desde el inicio ante el Atlante, aunque el delantero quiere jugar.
De hecho, las ganas de Messi reflejan el gran interés que se ha tomado todo el plantel con la disputa de este Mundial de Clubes, el único trofeo importante que el club todavía no conquistó en su centenaria historia. Carlos Puyol, capitán del equipo, aseguró que "el equipo ya ha hecho historia. Queremos más y por eso estamos aquí. Puede ser una temporada perfecta".