CIPOLLETTI (AC).- El caso de la adolescente estudiante neuquina alcoholizada en una fiesta de egresados en Cipolletti, por el cual fueron multados sus padres, se está reproduciendo. Con los operativos de este fin de semana ya son siete los jefes de familia de otros tantos chicas y muchachos, sancionados por detectar a los menores en estado de ebriedad por los inspectores de Bromatología, Comercio y otros organismos municipales. Los últimos seis casos fueron en boliches y locales bailables.
La sanción contra los que venden alcohol fuera de los horarios y lugares establecidos, y en especial los que lo hacen con menores se encuadra dentro del nuevo Código de Comercio. El artículo 14 bis de ese código explicita taxativamente que en caso que algún menor sea hallado en estado de ebriedad o con exceso de ingesta "serán solidariamente responsables los padres y/o tutores juntamente con los propietarios, concesionarios y administradores de los locales bailables y expendedores de bebidas".
De acuerdo con un sistema de puntuación las multas van de 2.500 a 20.000 pesos.
La menor que abrió la lista de penalizaciones pecuniarias a sus padres, oriunda de Neuquén, pero cuya fiesta de agresados se hizo en un salón cipoleño, tiene 16 años.
Pero ayer el director municipal de Bromatología, el exconcejal Roberto Bichara, dio más precisiones y sostuvo que en otros operativos ya suman siete los progenitores notificados por actas de la situación de intoxicación alcohólica de sus hijos -cuatro muchachas y tres chicos, todos entre 15 y 17 años- y que los operativos se incrementarán.
Un contingente de 25 inspectores de todo el sistema municipal se mueve en los sitios de posibles detecciones, dijo Bichara, y hay acompañamiento de policías para reforzar y evitar contingencias de posibles rechazos o intentos de agresiones. Además, la policía es la que contacta a los padres, les informa de la situación y deja a su resguardo a los menores, mientras que los inspectores labran las actas, las hacen firmar y las elevan al Juzgado Municipal de Faltas, donde los imputados con las multas tienen la oportunidad de efectuar sus descargos. Siempre hay disponible un equipo médico de Emergencia que se agrega a la primera llamada.
En uno de los casos del fin de semana, por la situaciónm de inestabilidad e histeria de una muchacha de unos 15 años, los inspectores convocaron a la asistencia médica, aunque la situación se superó sin necesidad de traslados.
Sí se investiga un caso de suma gravedad, en el que ya interviene la justicia de Menores, en el que una chica que tendría 16 ños ingresó a un centro de salud privado en estado de coma alcohólico. Por lo que sabe Bichara la adolescente fue estabilizada pero el municipio está detrás del tema para averiguar la identidad de los padres y saber en qué sitio se produjo la intoxicación a fin de iniciar el proceso de notificaciones y multas.