Casimiro Frutos, el albañil que alertó al 911 sobre un auto volcado al costado de la Ruta 31 que podría ser de los Pomar y fue desoído aseguró que hizo el "esfuerzo" para que buscaran a la familia, que la Policía no le hizo caso y que no se puede sacar de la cabeza la imagen del vehículo.
Su testimonio se convirtió así en una pieza clave para develar las serias fallas en la bonaerense, de las que ahora Scioli y Stornelli están pagando el costo político.
Pomar, su esposa y las dos hijas del matrimonio, Pilar (3) y Candelaria (6) desaparecieron el 14 de noviembre pasado cuando salieron de su casa en José Mármol, partido de Almirante Brown, en el sur del conurbano, a bordo de su Fiat Duna weekend rojo.
La familia se dirigía a la ciudad de Pergamino, en el norte de la provincia de Buenos Aires, de donde eran oriundos y residen sus parientes más cercanos.
Como los Pomar no arribaron, al día siguiente, sus familiares denunciaron lo ocurrido y la policía comenzó a buscarlos por tierra, agua y hasta desde el aire por distintos puntos del territorio bonaerense.
La policía y la fiscal del caso Karina Pollice siguieron varias hipótesis hasta que el martes pasado, las cuatro personas fueron encontradas junto a su auto volcado al costado de la ruta 31, cerca de Salto y a unos 40 kilómetros de Pergamino.
Las autopsias revelaron luego que el matrimonio y sus dos hijas murieron por fracturas y politraumatismos que coinciden con los de un accidente de tránsito.
El gobernador Scioli no descartó la salida de uno de los funcionarios que trabajó en el caso, Paul Starc. Consultado sobre si remplazaría al subsecretario de Investigaciones de la Provincia, señaló que cuando realiza los cambios "los hablo con los responsables y después los hago públicos", por lo que no descartó esta posibilidad. Incluso, sobre por qué sostenía al ministro de Seguridad Stornelli, declaró: "Yo, hasta ahora, hice estos cambios (en el gabinete) y no descarto otros". (Télam)