MILÁN, Italia (AFP).- El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, fue hospitalizado anoche tras recibir un golpe -con una estatuilla de una virgen- en la cara al final de un mitin electoral en Milán y su agresor, al parecer mentalmente desequilibrado, fue detenido de inmediato.
Berlusconi, que no llegó a perder el conocimiento pero cuyas fotografías muestran con el rostro tumefacto y cubierto de sangre, deberá permanecer 24 horas hospitalizado en observación. "Estoy bien, estoy bien", aseguró Berlusconi al salir de la sala de urgencias para ser trasladado a una habitación en el hospital, según fuentes citadas por la prensa local. Las imágenes emitidas de forma continua en la televisión informativa Sky TG-24 muestran al jefe del gobierno inclinado, con un pañuelo en la boca, y rápidamente trasladado a su coche por su guardaespaldas.
El hombre detenido, Massimo Tartaglia, de 42 años, fue trasladado a la jefatura de la policía. En las imágenes, aparece aturdido mientras los policías lo llevan, protegiéndole de una multitud furiosa. Según la prensa local, está siendo tratado por problemas mentales desde hace diez años.
"Me he salvado de milagro", explicó Silvio Berlusconi al director de informativos del canal Tg4, Emilio Fede, sus sensaciones después de la agresión sufrida tras un mitin en la plaza del Duomo de Milán.
"Me ha dicho que se ha salvado de milagro -dijo el periodista-, porque un centímetro más y hubiera perdido el ojo. Naturalmente está dolorido, le han suministrado analgésicos y no cree sinceramente que se trate de una cosa de sólo 24 horas, porque tiene fracturado el tabique nasal, dos dientes rotos y heridas en los labios", relató.
La agresión se produjo al concluir un mitin del Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) en el que Silvio Berlusconi fue abucheado y silbado por un grupo de una decena de personas que le llamaron "payaso".
El jefe del gobierno respondió y repitió en varias ocasiones que deberían avergonzarse. El grupo se enfrentó luego con los jóvenes del servicio de seguridad del acto, lo cual provocó la intervención de la policía. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, "condenó firmemente este grave gesto de agresión". "Es un gesto incalificable que condeno firmemente", reaccionó Pier Luigi Bersani, líder del Partido Demócrata (PD, principal partido de la oposición). Según el ministro de Cultura, Sandro Bondi, la agresión sufrida por Berlusconi es el fruto de una "larga campaña de odio" en contra del jefe del gobierno dirigida por "algunos sectores de la política y de los medios". "Es un acto de terrorismo", señaló por su parte uno de su principales aliados, Umberto Bossi, jefe del partido populista de la Liga del Norte. Durante el mitin, Berlusconi criticó a la izquierda que siembra "el odio y la envidia" y la que acusó de arremeter contra el gobierno a través de la prensa.