Domingo 13 de Diciembre de 2009 > Deportes
Emocionante primer título
Los hinchas de Banfield vivieron su primera vez de un título de primera con la emoción propia de aquellos que ven un sueño aparentemente inalcanzable hecho realidad desde la modestia. 

"Llorá viejo, llora, no tengas vergüenza, que es lindo llorar por una alegría. No contengas esa emoción si es lo que más añorabas después que de pibe no pudiste dar la vuelta con aquel otro magnífico equipo del 51, cuando viste perder la memorable final con Racing”, es lo que Télam escuchó decirle Walter, un socio de Banfield de mediana edad, a Oscar, su progenitor, de unos 70, al salir de la platea luego del largo festejo por el primer título alcanzado en primera división. 

Mientras las lágrimas le surcaban el rostro con las arrugas marcadas por tantas amarguras de otros tantos descensos que ahora se entremezclaban con esa amplia sonrisa que no podía disimular por tamaña conquista, el padre contestó: "Sabes que, me estoy acordando de tu abuelo, de tu tío, de algunos amigos que estarán festejando allá arriba junto con Eliseo Mouriño, Luis Bagnato, Gustavo Albella, Garrafa Sánchez, el "Pampa" Orte, Miguel Corvo, Eduardo Silvera, Horacio García, el "Toro" Raffo, Nelson López y tantos otros que le dieron brillo a nuestra camiseta”. 

La escena y los diáogos se reiteraron en distintos rincones del estadio banfileño, entre la gente mayor y los más jóvenes. 

Para los hinchas es como un sueño del que no quieren despertar. Si hasta uno, Gabriel, le decía al oído a su hermano Diego: "No me pellizques, déjame seguir soñando. Si ya me parece que estamos alzando la Copa Libertadores y la Sudamericana, porque este plantel está preparado para mucho más”.

Lo cierto es que numerosos enfervorizados simpatizantes viajaron desde distintos rincones del país, San Martín de los Andes, Neuquén, Villa Jesé, Pinamar, Mar del Plata, Tucumán, Córdoba, Rosario, Mendoza, Merlo (San Luis), Corrientes, entre otras ciudades, como los que llegaron de España, Italia y Francia, para vivir una jornada inolvidable: El gran día del Banfield Campeón. 

Un título que logró sin que nadie le regalara nada. Porque todo fue en base a sacrificio, trabajo y objetivos comunes que se trazaron los jugadores junto con el cuerpo técnico. más el esfuerzo económico y la gestión de los dirigentes y el apoyo incondicional de varias decenas de miles de almas que aportaron la energía necesaria en los momentos más escabrosos. 

Por ejemplo en aquel 0-1 ante Lanús para terminar ganando 2-1, igual que frente a Newell`s e Independiente o ante la desazón de ese 2 a 1 abajo con Racing, el único que le supo ganar, como un estigma que lo persigue desde aquel fatídico 1951.

Télam. 

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