SANTIAGO (AFP).- Chile elegirá presidente hoy por quinta vez tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, con el empresario derechista Sebastián Piñera como favorito, aunque previsiblemente no con la adhesión suficiente como para amarrar un triunfo en primera vuelta.
Unos 8,3 millones de chilenos están inscritos para elegir al sucesor de la presidenta Michelle Bachelet, en unas elecciones en que también se renueva la totalidad de la Cámara de Diputados, de 120 miembros, y 20 de los 38 escaños del Senado.
Piñera, un multimillonario empresario de 60 años, se impondría con un 44%, seguido del oficialista Eduardo Frei (31%), el independiente de izquierda Marco Enríquez (17%) y el comunista Jorge Arrate (7%), según una última proyección electoral.
Su adhesión no le permitiría sin embargo a Piñera amarrar un triunfo en primera vuelta, forzando un balotaje que se realizaría el 17 de enero, posiblemente frente a Frei, un ex presidente (1994-2000) que representa a la coalición de centro izquierda Concertación, que gobierna Chile desde 1990 tras el fin de la dictadura de Pinochet.
En ese eventual balotaje el desenlace es incierto pues la tendencia en las últimas dos elecciones presidenciales (1999 y 2005) muestra definiciones por estrecho margen. La última proyección del prestigioso Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC) calcula que en un balotaje Piñera tendrá 49% de votos frente a un 32% de Frei, aunque analistas remarcan lo difícil que es prever este escenario antes de la primera vuelta.
"Puesto que el triunfo en primera vuelta está prácticamente descartado, cualquiera que sea el escenario que enfrente Piñera será desafiante. La centro derecha nunca hasta ahora ha sabido librar una campaña competitiva en segunda vuelta", recordó ayer el politólogo Héctor Soto.
"Ahora sea mayor o menor a 10 puntos la diferencia que lo separe de Frei, se la va a tener que jugar en serio. Será otra campaña", agregó Soto, en alusión a la diferencia de votación que muchos analistas prevén será clave para determinar las opciones de Piñera.
Desde ya Frei -si pasa- cuenta con el apoyo de Arrate, el candidato del Partido Comunista, un economista y ex ministro de Salvador Allende, que se comprometió a sellar una alianza con el oficialismo para evitar el triunfo de la derecha.
Enríquez, disidente del oficialismo, se ha negado a adherir a ese pacto, confiando aún en dar una sorpresa. El candidato, un cineasta de 36 años hijo de un guerrillero abatido por la dictadura de Pinochet en 1974, conminó a sus rivales de izquierda a apoyarlo a él, sosteniendo que su candidatura es la única capaz de derrotar a Piñera. "Si lo que convoca a mis contendores es derrotar a Piñera, yo los convoco a que se sumen a mi candidatura, que es lo única capaz de ganarle", señaló. Las cifras lo respaldan: según la CERC, de los tres candidatos es el que mejor posibilidad tendría ante Piñera en una segunda vuelta. Pero si, como prevén las encuestas, Enríquez es tercero, su caudal puede ser decisivo para inclinar la balanza hacia Frei o Piñera.
Piñera, dueño de una fortuna valorada en más de 1.200 millones de dólares llega a las elecciones señalando que "el tiempo de la Concertación ya pasó; hace mucho tiempo que la Concertación se agotó".