Viernes 11 de Diciembre de 2009 > Nacionales
Para algunos un momento "histórico"
Ana María Careaga,  hija de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo  desparecida durante la dictadura, y Patricia Walsh hija del escritor Rodolfo Walsh, coincidieron en calificar como "un momento  histórico", el inicio del segundo juicio por crímenes cometidos en  la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). 

Patricia Walsh también  sostuvo que "alguna gente no  entendió que los crímenes de lesa humanidad no se pueden  reivindicar y no han entendido que las dictaduras no se pueden  comparar con la democracia". 

Careaga dijo que "para nosotros es sumamente importante, es un  momento histórico, 32 años después de sucedidos estos delitos de  lesa humanidad y después de haber podido derribar todos y cada uno  de las vallas que se pusieron, que hoy estén sentados algunos de  los autores materiales directos de estos crímenes", dijo.  Ana es hija de Esther Ballestrino de Careaga, quien en  diciembre de 1977 fue secuestrada junto con un grupo de 12  personas vinculadas a las Madres de Plaza de Mayo, entre las que  se encontraban las fundadoras de la entidad, Azucena Villaflor y  María Ponce, y las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet,  en el barrio de San Cristóbal de la Capital Federal. 

En declaraciones que formuló antes de ingresar a los  tribunales de Comodoro Py, donde se realiza el juicio, Ana señaló  que "hay que algunos casos emblemáticos, como el de Astiz, que hoy  es uno de los casos que se juzga, junto con el de la Iglesia de la  Santa Cruz, el de Rodolfo Walsh y otros 86 hechos". 

No obstante consideró que "aún para algunos casos es tarde  porque se murieron algunos represores y familiares, esperando  justicia", y dijo que "por un lado yo siento que la pérdida es  irreparable, porque nadie nos va a devolver la vida de nuestros  seres queridos".  "Si hay una parte de esto que puede se reparada, es la  justicia, y eso es una gran deuda pendiente, no solamente con los  que estuvimos involucrados en forma directa con la represión sino  para toda la sociedad argentina", expresó. 

Por su parte, Patricia Walsh,  señaló que "es hora, después de  32 años, que los responsables de estos crímenes de lesa humanidad  estén en el banquillo de los acusados". 

"Han sido gente tan peligrosa que nos tienen que causar  preocupación, y debemos rechazar cualquier reivindicación del  terrorismo de Estado", añadió antes de ingresar a la sala donde se  realiza el juicio, a cargo del Tribunal Oral número 5.

Télam   

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