Jueves 10 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales
Quedó impune el crimen de Volpe, en Viedma
Los jueces absolvieron por falta de pruebas al imputado, Matías Zúñiga. Cuestionaron la investigación instructoria y valoraron sólo como indicio parte de la pericia científica.

VIEDMA (AV).- Otro crimen sin culpable en Viedma. La Justicia absolvió ayer a Matías Zúñiga, de 21 años, quien había llegado a juicio procesado por el delito de "homicidio en ocasión de robo" del que resultó víctima Adela Volpe, de 76. En la tarde del 18 de julio del año pasado, en su departamento de la costanera de Viedma, la mujer fue atacada a golpes y con un cuchillo de cocina con el que le provocaron heridas cortantes en la cara y el cuello. Las lesiones desencadenaron en un shock profundo de hipovolemia que le ocasionó la muerte.

Para el Tribunal integrado por Susana Milicich de Videla, María del Carmen Vivas de Vásquez y Eduardo Ignacio Giménez en la causa no hubo certezas sino dudas. En los alegatos, el abogado defensor, Hugo Lapadat, había reclamado la absolución cuestionando las pericias odorológicas y dactiloscópicas de la Gendarmería Nacional que identificaron la palma de la mano de Zúñiga sobre el vidrio de la cómoda de la habitación de la víctima.

En desacuerdo con el tribunal, la fiscal de Cámara Adriana Zaratiegui, quien había pedido 12 años de prisión para Zúñiga, confirmó que casará la sentencia.

En el fallo la Cámara sostuvo que el homicidio se encuentra plenamente acreditado pero no así el robo. Para los jueces, Volpe murió a consecuencia de una lesión causada con el arma blanca que fue secuestrada en la escena del crimen, doblada en su hoja y con manchas de sangre que resultaron compatibles con el ADN de la víctima.

En relación al robo de 1.000 pesos que guardaba la mujer, para el Tribunal las pruebas colectadas no pasan de un mero estado de probabilidad "porque no se podría a ciencia cierta afirmar que el despojo realmente aconteció y menos de una suma determinada como afirma la acusación". El fallo agregó que el propio hijo de la víctima manifestó que su madre poseía dinero pero que no podía arriesgar ninguna cifra precisa. Los jueces señalaron que en el mismo dormitorio y en otros lugares de la casa se hallaron más de 10.000 pesos.

En relación a las pericias incluidas y valoradas por la fiscal para acusar, el Tribunal las desmereció como pruebas al igual que los testimonios, que "carecen de entidad independiente como para acreditar participación alguna del traído a juicio".

Críticas a la instrucción

Los camaristas cuestionaron la instrucción de la causa y recordaron que al ser apelado el procesamiento de Zúñiga los jueces de la Sala B de la Cámara, si bien confirmaron por mayoría el procesamiento, advirtieron la "orfandad probatoria" para avanzar en el trámite.

"No obstante ello y a pesar de existir con posterioridad una pericia (la de la Policía Federal) que ponía en tela de juicio la realizada por la Gendarmería, el señor agente fiscal igual produce la requisitoria de elevación sin destinar ni la más mínima consideración al informe de la Policía Federal, que incluso él mismo había solicitado", recalcaron.

Añadieron que en otra actuación de la Sala B había sido criticada la falta de confiabilidad de lo realizado por Gendarmería. En este sentido sostuvo el fallo que "la pericial dactiloscópica por sí sola no puede sustentar una sentencia de condena, siendo la odorológica una práctica relativamente reciente en nuestro país, a la que puede dársele la importancia de un indicio pero nada más".

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí